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Seis heridos y un detenido en la séptima jornada de paro en Hunosa y Figaredo

, El conflicto minero asturiano se agudiza. Cuatro mineros y dos policías resultaron contusionados ayer en los incidentes protagonizados por grupos de trabaiadores de las empresas estatales Hunosa y Minas de Figaredo a lo largo de la jornada en las calles de Oviedo. En Madrid los sindicatos negociaban con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), a la que piden garantías de que se va cumplir a rajatabla el plan previsto.

Un minero fue detenido tras los incidentes, acusado de haber volcado dos camiones de arena frente a la sede de las oficinas centrales de Hunosa. Como en días precedentes, grupos de mineros interrumpieron con barricadas la circulación ferroviaria entre Pola de Laviana y Gijón y el tráfico de vehículos en la carretera AS-1 12, en Moreda. Grupos de mineros intentaron reiteradamente manifestarse por la capital asturiana, con el lanzamiento de petardos.La de ayer es la séptima jornada de huelga que protagonizan los casi 10.000 mineros de las empresas estatales Hunosa y Minas de Figaredo. Con estas protestas tratan de presionar al Gobierno central para que aplique el plan de reordenación del sector en los términos pactados y sin que se introduzcan, como pretende la Unión Europea, más recortes de empleo y de producción que los negocia dos la pasada primavera entre el Ministerio de Industria, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y las organizaciones sindicales.

La huelga de ayer, que de nuevo fue seguida masivamente por los trabajadores de las dos empresas hulleras de titularidad estatal, fue convocada en la misma mañana tras el fracaso de la reunión que mantuvieron en Madrid en la tarde y noche del miércoles las organizaciones sindicales y representantes de la administración central. En estas conversaciones, que volvieron a reanudarse ayer, el Ministerio de Industria, la SEPI y la dirección de Hunosa y Minas de Figaredo han vuelto a reiterar su disposición a defender ante Bruselas la aplicación del plan de reordenación en Hunosa y Minas de Figaredo, en los términos acordados en mayo pasado y firmados entre las partes en julio.

Pero los sindicatos no se dan por satisfechos y exigen garantías de que el Gobierno central aplicará con exactitud lo acordado, y sin introducir ajustes adicionales de plantilla y producción más allá de los aceptados por los sindicatos y plasmados en el acuerdo suscrito. Las organizaciones sindicales reiteraron ayer de nuevo que si el Gobierno español incumple sus compromisos, el conflicto hullero asturiano se radicalizará.

El pasado verano el Gobierno y los sindicatos alcanzaron un acuerdo en virtud del cual Hunosa y Minas de Figaredo recortarán sus plantillas en el periodo 1998-2001, mediante prejubilaciones, en 4.000 de sus 10.000 actuales empleos, si bien dicho ajuste se vería compensado con la contratación de 1.061 trabajadores nuevos. En el mismo periodo la producción se reduciría de 2,5 a 2,1 millones de toneladas y no habría nuevos cierres de explotaciones en ese plazo. La UE ha emplazado al Gobierno español a que endurezca ese ajuste, renunciando a la contratación de nuevos trabajadores e introduciendo un recorte adicional de la producción en otras 600.000 toneladas. También plantea el cierre del pozo Lieres, en Siero.

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