Almunia pide a Pujol que no apoye las decisiones del Gobierno que recorten las libertades
El líder del PSOE, Joaquín Almunia, irrumpió ayer en la reunión de maitines de José María Aznar, en la reanudación del curso político tras las vacaciones navideñas, con una contundente advertencia. Si CiU y PNV, como todo hace indicar, van a seguir apoyando al Gobierno del PP, deberán comprometerse más en la defensa de las libertades y no permitir al Ejecutivo nuevos tics autoritarios. En plena reunión en La Moncloa de José María Aznar con una restringida cúpula de dirigentes del PP y del Gobierno para fijar los retos del nuevo curso, encuentro que se prolongó más de nueve horas, el secretario general socialista convocaba una rueda de prensa para intentar limitar el ya anunciado apoyo de los nacionalistas a la estabilidad parlamentaria. Pidió a Jordi Pujol y Xabier Arzalluz que no den a Aznar "carta blanca".
Almunia admite, dada la abierta disposición de Jordi Pujol a seguir colaborando con el PP, que todo hace suponer que no habrá elecciones anticipadas, pero prevé que los conflictos entre el Gobierno y sus socios se incrementarán a lo largo del año. Sus augurios, sin embargo, fueron cuestionados casi de inmediato por el líder de Unió Democrática de Catalunya, Josep Antoni Duran, que en nombre de CiU anunció una "clara y decidida voluntad" para ir más allá de lo anunciado estos días en el apoyo al PP. Los nacionalistas catalanes, dijo, están dispuestos a respaldar parlamentariamente a los populares durante toda la legislatura.El secretario general del PSOE apeló a la trayectoria democrática de Jordi Pujol (CiU) y Xabier Arzalluz (PNV) para que no apoyen decisiones del Gobierno del PP "que pongan en riesgo las libertades y la calidad de la democracia". El líder del PSOE expresó especial preocupación por la ausencia de una definición del Ejecutivo ante el texto redactado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, justificando el golpismo en Argentina y Chile. Los socialistas exigen que este extremo quede aclarado de inmediato; de ahí que Almunia anunciara que el PSOE va a pedir la convocatoria de la Diputación Permanente del Congreso para que el Ejecutivo se pronuncie.
Almunia se manifestó a favor de que los nacionalistas contribuyan a la estabilidad parlamentaria, pero no a cualquier precio.. En su reaparición política tras las vacaciones navideñas, el líder del primer partido de la oposición envió sendas recomendaciones al Gobierno y a sus socios, y lo hizo pensando expresamente en las próximas citas que ha anunciado Aznar con Pujol y Arzalluz. "Deseamos que haya estabilidad parlamentaria, pero no que el Gobierno vaya al despacho de los partidos nacionalistas a pedirles apoyo a cambio de una concesión. No queremos un Gobierno débil". Almunia emplazó también a Aznar a que los acuerdos que alcance con los nacionalistas sean "transparentes" y, que "encajen en un proyecto global de España. No vayamos a encontramos en una situación de desgobierno a medio y corto plazo".
Su mensaje a los nacionalistas tampoco perdió carácter incisivo. El PSOE, dijo, tiene intención de abrir un campo de colaboración con sus antiguos socios. "A los nacionalistas, a los que no les decimos que renuncien a sus aspiraciones, y que han compartido con nosotros la transición democrática y el establecimiento de los pilares de la democracia, les pedimos que no pasen por cualquier decisión del Gobierno que ponga en riesgo las libertades y la calidad de nuestra democracia". "Desgraciadamente", precisó, "en la primera parte de la legislatura no ha sido así". Para el secretario general del PSOE, los nacionalistas han desempeñado un doble papel con el Gobierno. "A veces han moderado tics autoritarios del Gobierno, pero otras", se quejó, "han sido débiles y comprensivos con él en políticas que atentaban contra las libertades".
"Que no se callen"
Almunia recomendó a los nacionalistas que "no callen cuando el Gobierno ponga en riesgo las libertades, trate de manipular los medios de comunicación o interfiera en el buen funcionamiento de la justicia", y les pidió que "su apoyo al Gobierno no suponga un cheque en blanco".En esta línea, se mostró convencido de que el Ejecutivo va a tratar de utilizar contra los socialistas "cualquier sumario que pase por la calle". "Confío", advirtió, ,,en que sus pretensiones queden desmentidas por la realidad. La continua utilización de la justicia la rechazan los ciudadanos".
Desde CiU le respondieron muy pronto. En una rueda de prensa casi simultánea, Josep Antoni Duran revelaba que la apuesta de Convergéncia i Unió por prolongar la estabilidad política se extiende a todo lo que queda de legislatura y no únicamente a 1998. Así lo expresó el presidente del comité de gobierno de Unió Democrática al dar cuenta de lo tratado en la última reunión del órgano directivo de su partido. La dirección de ClU está dispuesta, además, a terminar con la dinámica de que un posible adelanto de las elecciones en Cataluña implique automáticamente que los nacionalistas rompan sus relaciones con el Gobierno central.
Durante el comité de enlace de la coalición celebrado el 23 de diciembre, el secretario general de Convergncia, Pere Esteve, abogó por terminar con la cultura que considera incompatibles unas elecciones en Cataluña y la colabora ción con el Gobierno. Esteve argumentó que la ruptura con el Ejecutivo debe tener una dinámica propia y que no puede ser que la coalición se llene la boca de gobernabilidad hasta que llega el momento de enfrentarse a las urnas Todos los asistentes estuvieron de acuerdo y ayer Duran defendió en público esa política.
Duran: no sólo la economía
Duran expresó la "voluntad clara y decidida" de CiU de que pueda agotarse la legislatura siempre que Aznar y Pujol puedan concertar unos contenidos que hagan posible que la colaboración continúe. Y ello porque sería "una irresponsabilidad" no hacer los esfuerzos necesarios para garantizar una permanencia "correcta y positiva" en la Unión Económica y Monetaria y para acometer las reformas estructurales necesarias para mantener el bienestar social.Pero la economía es una cuestión "necesaría pero no suficiente". Otras condiciones hacen referencia a dotar a Cataluña de infraestructuras que le permitan seguir siendo "la locomotora de España", y "profundizar en el autogobierno", terminando de aplicar progresivamente el Estatuto.
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