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Sala se reincorpora a su trabajo como ingeniero, pero no abandona la política

Enric Company

, El ex senador y ex diputado autonómico Josep María Sala, condenado por el caso Filesa [financiación ilegal del PSOE], se reincorporará la semana próxima a su trabajo como ingeniero en la empresa IBM. Pero no abandonará la política. En espera de la decisión del Tribunal Constitucional sobre el recurso que presentó contra la sentencia, Sala dedicará las tardes a mantener viva la relación directa con las organizaciones de base del partido socialista, de la UGT y de las entidades regionales a las que desde hace años dedicaba ya especial atención.

"Tengo la agenda llena para hacer dos visitas cada tarde cinco días por semana durante los próximos seis meses", explicó Sala a este diario. Tanto la condena como los 23 días que pasó en la prisión de Can Brians le han reportado una gran popularidad entre las bases de su partido y de la UGT. Sala no se plantea volver de momento a la dirección ejecutiva del partido, de la que dimitió después de que la sentencia del Tribunal Supremo le condenara a tres años de cárcel y seis de inhabilitación para cargo público. La suspensión de la sentencia por el Tribunal Constitucional le permitiría volver a la actividad pública si lo deseara, pero él prefiere esperar a la decisión firme del Tribunal Constitucional.

El ex senador y ex diputado mantendrá, no obstante, su despacho en la dirección del partido, que según cuenta le resulta imprescindible para atender la voluminosa correspondencia que recibe desde que fue condenado por el caso Filesa. "Desde que salí de Can Brians he contestado ya algo más de 600 cartas y me quedan casi otras tantas para responder". Esa correspondencia sigue fluyendo todavía hacia su buzón particular y la sede del partido "probablemente por el atasco de Correos en las navidades", dice. Y eso sin contar la correspondencia electrónica, añade. La federación local de Barcelona del PSC también le ha ofrecido un despacho en su sede.

El ex senador considera que la situación en que se encuentra le deja en inmejorables condiciones para expresar sus puntos de vista políticos, dice, "sin las cortapisas que siempre imponen los cargos de responsabilidad". Sala es el principal dirigente del grupo, conocido como los capitanes, de cargos intermedios que controlan la dirección del PSC. Además piensa dedicar particular atención a su condición de miembro de UGT, una faceta que como la mayor parte de dirigentes del partido socialista ha dejado en un olvidado segundo plano durante mucho tiempo.

Sala trabajaba como ingeniero de sistemas en la delegación de Barcelona de IBM y su primera intención cuando tuvo conocimiento de la condena por el caso Filesa fue la de retornar a ella, porque esperaba que no sería ejecutiva hasta la resolución de los recursos.

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