Malos tratos a mujeres

Ante la persistencia de malos tratos a mujeres, quiero revelar mi experiencia como psicóloga de la clínica médico-forense de los juzgados de Madrid, desde la que he asistido impotente a muchos casos de maltrato. Es una dinámica perversa entre agresor y víctima donde la denuncia no revierte muchas veces más que en complicaciones añadidas para la víctima.Respeto y entiendo la presunción de inocencia del acusado, pero se me escapa el comprender por qué no existen procedimientos especiales para la violencia doméstica, lo mismo que para el abuso sexual infantil. ¿Por qué delitos que provocan más víctimas que el terrorismo no obtienen al menos el mismo tratamiento?

Cada vez que aparece algún personaje público en un medio de comunicación hablando de estos temas o se convocan unas jornadas para debatir sobre mujeres o niños me entran ganas de vomitar. Se gastan los recursos de los contribuyentes en instituciones y conferencias de dudosa utilidad, mientras muy pocos mueven un solo dedo en favor de cambiar la realidad de las víctimas.

Los malos tratos se pueden detectar, tratar y prevenir. Existen estudios sobre factores de riesgo en los agresores. Se puedehacer mucho más de lo que se hace; pero, claro, hay que pagarlo.

En España existen profesionales cualificados que podrían hacerlo. Un buen estudio pericial sobre una familia puede salvar una vida.. Pero, claro, para esto haría falta que el tema fuera de interés para los políticos. (Se me ocurre proponer que los niños voten). Por el momento es sólo de interés periodístico, siempre y cuando medie además sangre, y cuanta más mejor. También haría falta modificar, las leyes, no para castigar más y mejor al agresor, sino para posibilitar la aplicación de medidas preventivas por parte del juez.

Lo que pido es quimérico, pero no imposible. No exige tantos recursos económicos como otras instituciones que se dotan de cientos de millones con una alegre frivolidad y alientan esperanzas infundadas. Yo he visto en los juzgados víctimas dando tumbos y palos de ciego de despacho en despacho.

Espero que la mujer quemada, como los restantes últimos casos producidos, avive las conciencias de una vez. Pero, por favor, no vayan ahora a crear una oficina para la defensa de la mujer maltratada.

A ver si por una vez alguien tiene la decencia de no sacar beneficio político de lo que se podría haber evitado y no se ha hecho por incompetencia y desinterés. A ver si a alguien se le ocurre alguna idea más original que la creación de una comisión de estudio parlamentaria. En el país donde se escribió El Quijote tiene que quedar alguien con imaginación