Una mujer, hallada muerta en su casa amordazada y atada de pies y manos

María Josefa Orta, una mujer de 65 años separada, que vivía sola en un piso del barrio de Es Fortí de Palma de Mallorca, fue hallada muerta ayer al mediodía, atada de pies y manos, amordazada y tendida en un sofá. Los vecinos de la mujer alertaron a la policía local de que, coincidiendo con el inicio de las fiestas de Navidad, ningún vecino había visto a la mujer en la última semana. El mismo periodo de tiempo que la fallecida llevaba sin dejarse ver por las tiendas de barrio en las que efectuaba la compra diaria.

María Josefa murió asfixiada o de un síncope cardíaco a causa de la inmovilización a que fue sometida: una cuerda enlazaba por la espalda sus tobillos y sus manos y un pañuelo fuertemente atado en la boca le impedía gritar. Presuntamente varias personas o un criminal solitario entraron en la casa para robar. La puerta del piso no fue forzada y las primeras hipótesis que se barajan indican que la víctima franqueó la entrada a sus asesinos.

En la casa se echaron en falta las joyas de la mujer muerta, que habitualmente no recibía visitas y mantenía escasa relación familiar. María Josefa Orta se había separado hace años de su marido con quien mantenía buena relación. Ayer el marido acudió a la casa mientras la comisión judicial levantaba el cadáver.