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Malou afirma que el flamenco es el esqueleto de toda su música

''La diferencia es lo único que te enriquece'', dice el cantante

Manuel Malou, el que fuera precoz cantante de Los Golfos, afianza su carrera como compositor e intérprete en solitario. Su último disco, Mixa Cooltura, tiene, como toda la producción musical de su autor, al flamenco como punto de partida: "Es el esqueleto de todo lo que hago. Mi sentimiento más profundo. Además, en una ciudad hormiguero como es París uno tiene que tener una entidad. Yo soy español'' dice.

Manuel Malou nació el 1 de enero de 1961 en el madrileño Puente de Vallecas, pero cuando tenía un año su familia emigró a París en busca de horizontes. A los 12 regresa a España y forma junto a su hermano el dúo Los Golfos, con el que hicieron archifamoso una rumba cuyo estribillo rezaba: "¡Qué pasa contigo, tío! / Conmigo que va a pasar. Tras la mili regresó a París y volvió a intentarlo con uno de los primeros proyectos que combinaron el punk de la época con la raíz española: Toreros After Olé. Su osadía le llevó a reinterpretar nada menos que el Porompompero de Manolo Escobar. Tras aquella aventura, Malou ha venido desarrollando una frenética actividad como compositor e intérprete en solitario, técnico de sonido y productor.Mixa Cooltura, su última y multiétnica aventura sonora coincide en el tiempo con su regreso a España y habla de la rica paleta de influencias distintas que atesora. Gran parte de esta herencia puede ser genética, ya que su padre, restaurador de antigüedades, se lo insufló desde pequeñito: "Él y yo jugábamos a cantar y me enseñó los diversos palos del flamenco". Otro aspecto fácilmente detectable en canciones como El Vara, La Malahora o la más popular del disco que sirvió como sintonía de la retransmisión televisiva de la Vuelta Ciclista a España, Kandela, es su inconfundible sabor a barrio.

Máquina Malou

Al margen de la música, Malou es un diseñador de objetos extraños. La llamada máquina Malou, una especie de pasaje del terror, se exhibirá desde hoy hasta el próximo 4 de enero en la sede de la FNAC en Madrid. En la contraportadadel álbum se pueden contar hasta 36 nombres de músicos participantes y entre cuyos apellidos hay de todo: japoneses, españoles, ingleses, camerunenses, senegaleses, gitanos. Para Malou, este mestizaje es la bandera en la que ha envuelto su vida y su producción artística: "Para mí, es una manera de decir que no soy más que la mezcla de todas las culturas que me han tocado. Yo siempre he intercambiado lo que sé de flamenco con cualquier músico que me aportaba cosas de su tierra, sonidos de su raza... Ladiferencia es lo único que te enriquece". La idea del intercambio a parece en varios momentos de la conversación. Intercambio como única solución al laberinto racial al que se encamina el mundo. Manuel matiza: "Hemos tratado de crear una alquimia de distintos olores o sabores. Ahora, si al final nos hemos pasado con el jazmín o nos hemos quedado cortos con la lavanda, eso será otra historia... ". En esa sinfonía de olores y sabores, destacan sobre todo los temas sociales.

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