"Me voy a ir de aquí"

"Me voy a ir de aquí. Vine para encontrar algo digno, un trabajo con un contrato, pero sólo he podido trabajar un día sí y tres no. Para eso estoy mejor cogiendo caracoles. Quizás me vaya a Madrid". Mjahid Dehimin nació el 1 de enero de 1955 en Marruecos y llegó a España hace 24 años. Desde entonces ha estado dando tumbos por distintos puntos de la geografía nacional. Finalmente recaló en Balanegra (Almería), pero sus sueños de una vida mejor se han desvanecido a golpes. Algunos, en sus propias carnes. Como los que soportó en su rostro y costillas en la noche del pasado lunes día 22.Dehimin afirma que el propietario de un local de Balanegra le golpeó con -un bate de béisbol la noche del día 22, después de sacarle a golpes del establecimiento. "Yo fui a ver si encontraba a unos paisanos. Pero cuando estaba en el bar el dueño me empujó y después empezó a pegarme con un bate. No recuerdo mucho. El primer golpe me lo dio en la cara [mientras habla señala con el dedo los puntos que tiene, cerca de un ojo], pero no sé por qué.

Tras conseguir zafarse de su agresor, Mjahid Dehimin se refugió en la casa donde comparte miseria con dos argelinos y un alemán. "Mis compañeros no me dejaban salir. Algunos no tienen papeles y les daba miedo, pero yo me escapé por el tejado y avisé a la Guardia Civil". Dehimin fue atendido en el hospital de Poniente (El Ejido).

El Poniente almeriense, donde se concentra la más importante producción hortofrutícola de la provincia, pasa por momentos de tensión en las últimas. semanas. Afloran casos de agresiones a inmigrantes que parecen amenazar la convivencia entre los lugareños y quienes llegaron del norte de África persiguiendo el sueño de una vida decente.

El protagonista de la última denuncia de una agresión se muestra también sorprendido por este, clima enrarecido: "Hace unos años yo vivía, en El Ejido y no había esta tontería. Ahora en muchos bares de la zona cuando vas a tomar un café te dicen que cuesta 500 pesetas. Para eso que me digan que no me sirven", dice Dehimin.

No sólo las relaciones con los vecinos son difíciles para personas que, como Dehimin, sólo han logrado, después de muchos años, una casa compartida en condiciones indignas. Encontrar un trabajo parece una empresa imposible para muchos de los inmigrantes que llegan hasta Almería. Paradójicamente, cuantos más conocimientos tenga el inmigrante más difícil le resulta encontrar un empleo. O eso cree Mjahid Dehimin: "Si hablas español te echan de muchos sitios. Cuando se le pregunta por qué ofrece una respuesta que evidencia claros síntomas de explotación por parte de quienes le niegan el derecho al trabajo: "Yo sé hablar español. Sé lo que me deben pagar por cada jornal y eso no gusta a mucha gente".

Dehimin dice que a él no le gustan los problemas: "Yo no voy borracho al trabajo. Nunca monto broncas. No puedo comer cosas robadas. Sólo quiero que no le pase a otro lo mismo que a mí".

La paliza fue notificada por la víctima el día 23 en el cuartel de la Guardia Civil de Berja. Eso asegura Dehimin, que se queja de no haber recibido copia de la denuncia. Pero el alcalde de Berja, Manuel Ceba (PSOE), afirma que en el cuartel de la Guardia Civil del municipio que él preside no existe constancia de dicha denuncia.