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Un lince, abatido a tiros en el parque de Doñana

Un lince pereció tiroteado con perdigones el 31 de octubre en Doñana (Huelva), en la zona del Estero de Domingo Rubio, que forma parte del parque natural; pero la noticia permaneció oculta hasta ayer. La Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (CODA), que agrupa a 170 entidades ecologistas, difundió el hecho con un comunicado que narra el triste destino de esa especie y reclama medidas que acaben con los cazadores furtivos.

Según la Confederación Ecologista Pacifista de Andalucía (CEPA), los 40 linces del Parque Nacional de Doñana podrían desaparecer en 10 años si no se adoptasen medidas urgentes contra la caza furtiva de camadas en dispersión.El lince muerto se llamaba Bárbaro, y era uno de los siete ejemplares dotados con radiotransmisores para estudiar sus movimientos. De esos siete linces, dos han muerto ya por disparos; otro pereció atropellado, y se ha perdido la pista del resto, tal vez porque fueron abatidos por furtivos que luego hicieron desaparecer el collar radiotransmisor. Bárbaro, un ejemplar macho, tenía cuatro años. Su cuerpo fue hallado entre unos matorrales, bocabajo, con los pulmones reventados y 40 plomos en el cuerpo.

La Estación Biológica de Doñana encargó la necropsia del lince a un laboratorio de Zaragoza, que la terminó a principios de diciembre, según explica Francisco Palomares, investigador de Doñana.

Todos los linces que han perdido la vida en los últimos años son ejemplares jóvenes que buscan nuevos territorios donde asentarse. Los datos demuestran la imposibilidad de supervivencia del lince puertas afuera de Doñana: "Desde 1992 han desaparecido cinco ejemplares, tres han sido atropellados y otros cinco han caído por disparos", indicó el portavoz de la CEPA en Huelva, Juan Romero.

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