El camino de la cárcel
Chun Doo-hwan y Roh Taewoo fueron detenidos a finales de 1995 por su implicación en el levantamiento militar de 1979 y en la matanza de 1980, además de por enriquecimiento iícito durante sus respectivos mandatos. Chun fue presidente entre 1980 y 1988, y este año Roh fue elegido para sustituirle en la jefatura del Estado hasta 1993, cuando fue sucedido por Kim Young-sam.En agosto de 1996, Chun fue condenado a muerte, pero en abril de este año el Tribunal Supremo redujo su sentencia a cadena perpetua. Los 22 años y medio a que originalmente fue condenado Roh se redujeron entonces a 17.
Chun y Roli, ambos generales del Ejército, fueron declarados culpables de haber diseñado un "golpe por fases" que empezó con un motín del Ejército en 1979 y terminó en 1980 con la matanza de cientos de manifestantes en la ciudad suroccidental de Kwangju, la principal ciudad de la provincia de Cholla, de la que es originario Kim Dae-jung y que constituye su principal base política.
La revuelta de Kwangju se produjo después de que los recién instalados gobernantes militares, al frente de los cuales estaba Chun, declararan la ley marcial y detuvieran a Kim Dae-jung, entonces uno de los candidatos demócratas que aspiraban a la presidencia. Kim fue acusado de sedición y condenado a morir en la horca, aunque al año siguiente se suspendió la sentencia. Al salir de la cárcel, Kim se vio obligado a abandonar Corea y vivió exiliado en Estados Unidos durante tres años.
También quedó probado en el proceso judicial que los dos ex presidentes aceptaron financiación iegal para sus actividades políticas y sobornos por valor de cientos de millones de dólares mientras estaban al frente del país.
Lee Hoi-chang, candidato del partido gobernante durante las pasadas elecciones, ya había propuesto hace algunos meses al presidente Kim Young-sam que anmistiara a los dos mandatarios encarcelados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.