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DESAVENENCIAS EN LA RELACIÓN PP-PNV.

El PNV acusa a Mayor Oreja de, formar con el PSOE un eje hostil en política antíterrorista

Luis R. Aizpeolea

Las relaciones entre el PNV y el PP del País Vasco y más concretamente con el también vasco ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, se agravan. El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, acusa a Mayor Oreja de formar con el PSOE un eje hostil a su partido en la política antiterronsta. También reprocha al ministro su actitud ante el abucheo que sufrió el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, durante los funerales del concejal del PP, José Luis Caso, asesinado por ETA. Este malestar no se traslada a las relaciones del PNV con el Gobierno en las Cortes, donde el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos garantiza su continuidad.Anasagasti ha hecho saber su profundo malestar a Mayor Oreja por consultar con el portavoz socialista de Justicia e Interior, el ex ministro Juan Alberto Belloch, la lista de 15 presos de ETA que el Gobierno acercó a las cárceles vascas, y no contar con ellos.

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El malestar en el PNV aumentó cuando, según Anasagasti, Mayor consultó con Belloch, y no con sus aliados nacionalistas, la convocatoria del Pacto de Madrid tras el asesinato de Caso. "Nos avisaron con dos horas de antelación. Mayor no tiene en cuenta que el Gobierno tiene un compromiso con el PNV y no con el PSOE; a nosotros no nos informa de la política antiterrorista".

Anasagasti también reprocha al ministro del Interior el abucheo que recibió Arzalluz durante los funerales de Caso en Irún el pasado fin de semana. Afirma que "fue Arzalluz quien se acercó a Mayor para darle la paz" y que el líder nacionalista ha recordado al ministro el trato respetuoso que recibió en los recientes funerales de un ertzaina -del PNV- en Zalla (Vizcaya), lo que contrasta con al que recibió Arzalluz en las honras fúnebres del concejal asesinado.

El portavoz del PNV critica la actitud de fondo de Mayor y los dirigentes vascos del PP. "Se pasan el día analizando al PNV, diciendo que estamos en la encrucijada o que si mantenemos determinadas posiciones vamos a ir hacia abajo. Nosotros somos un partido centenario y ya sabemos lo que tenemos que hacer".

Para Mayor, el deterioro de las relaciones radica en que él representa para el PNV un referente político de los sectores vascos no nacionalistas y un serio rival electoral. El problema se agudiza si se tiene en cuenta que 1998 es año electoral en el País Vasco.

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El origen del desencuentro procede, según Mayor, del giro del PNV en su política penitenciaria a raíz del verano de 1996 al integrar con HB la comisión que establece dicha política, cuyos avatares la llevaron a amenazar al ministro del Interior con llevarlo ante el Tribunal de Estrasburgo.

Anasagasti recuerda los encontronazos con Mayor con motivo de la detención del etarra Fernando Elejalde -los nacionalistas aseguraron que había sido torturado- y el suicidio el pasado 7 de febrero del preso etarra José María Aranzamendi en Alcalá-Meco, que profundizaron el foso.

Una declaración del portavoz del PP vasco, Carlos Iturgáiz, en la que calificó a Arzalluz de "viejo chocho" al hilo de estos sucesos, terminó de separar a ambos partidos. El PNV difícilmente perdonará a Mayor su negativa a que Iturgáiz rectificara.

Desde ese momento, el ministro ha limitado su relación con el nacionalismo a una buena sintonía en el terreno operativo con el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, del PNV. Mayor cree que ese partido estaba acostumbrado a influir en la política de Interior, como sucedía cuando era ministro el socialista José Luis Corcuera, y que eso se ha terminado.

En las relaciones del PNV con el Gobierno, el espacio de Mayor, protagonista por el PP del pacto de Gobierno en abril de 1996, lo ha ocupado el vicepresidente Álvarez Cascos. Esta relación, ceñida al Parlamento, impide que la crisis termine en ruptura. "Anasagasti tiene a Álvarez Cascos echándole el aliento en el cogote", comenta un diputado del PNV.

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