Un helicóptero rescata a 18 niños aislados en Burgos por las aguas
Un helicóptero de la Guardia Civil tuvo que evacuar ayer a 18 niños con edades comprendidas entre los tres y los 15 años, que quedaron aislados en el colegio público de Pampliega (Burgos), al desbordarse el río Arlanza. El agua había anegado los accesos a varias localidades del entorno y había provocado que, pocas horas antes, tuvieran que ser evacuados también 23 niños, tres profesores y una religiosa del colegio San José, de Salas de los Infantes (Burgos).
Las inundaciones se generalizaron ayer en las cuencas de los ríos Arlanza y Arlanzón, afluentes del Duero. En el Arlanzón se llegaron a detectar a las dos de la tarde cantidades de agua 22 veces superiores a lo habitual para esta época del año. Sin embargo, un incremento menor de caudal en el Arlanzón, sólo cuatro veces más, provocó mayor alarma y situaciones de riesgo.Efectivos de bomberos, Protección Civil, Guardia Civil y apoyos locales trabajaron hasta media tarde para evitar daños personales y paliar los materiales, que se estiman cuantiosos por el arrastre de terrenos y la inundación de varias granjas, donde se ahogaron al menos 15 ovejas.
La primera alarma se produjo de madrugada, cuando un matrimonio tuvo que ser evacuado en una lancha, ante la crecida de un arroyo en una localidad situada a unos 20 kilómetros de Burgos. Teresa, González y su marido fueron auxiliados por efectivos de Protección Civil. "Nos veían y hablaban desde el otro lado del río, pero el agua cubría medio metro de la vivienda y no podían pasar", contaba Teresa.
Los daños más graves se produjeron en Lerma, a unos 30 kilómetros de la capital burgalesa. Pese a la limpieza de los márgenes del Arlanza y su dragado, que se acometieron después de las graves inundaciones de hace dos años, el río volvió a salirse del cauce e, inundar una amplia franja de terreno.
El riesgo de una nueva catástrofe ha hecho que el presidente de la diputación de Burgos, Vicente Orden Vigara, anunciara que urgirán a la administración central la construcción de la presa de Castrovido, que regulará las aguas del Arlanza. El proyecto se planteó en los años sesenta y se comprometió en firme hace más de dos años. Sin embargo, el rechazo inicial del estudio de impacto ambiental ha provocado la paralización del proyecto.
Fuentes de Protección Civil explicaron que la inusual crecida de las aguas estuvo provocada por la gran cantidad de nieve caída horas antes, que se derritió con el temporal de lluvia iniciado en la mañana del miércoles.
Las aguas del Arlanza, el Arlanzón y varios de sus afluentes provocaron numerosos cortes en la N-234 y la red secundaria.
También en Cataluña la lluvia obligó a cortar la N-260, desde La Pobla de Segur hasta Pont de Suert (Lleida), así como tres carreteras locales de Barcelona, y causó numerosos problemas de suministro eléctrico en la comarca del Vallés Oriental y Tarragona.
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