La ola de frío mortal se ceba en Europa del Este

La ola de frío que azota Europa se cebó ayer en los países del Este, de frágiles economías y pésimos servicios públicos en los momentos más duros del otoño. Doce personas muertas en Polonia, cinco en Moscú, una en Rumania y otra en Bulgaria fueron los datos trágicos de una jornada que también paralizó ciudades y pueblos enteros, bloqueó vías de comunicación y obligó a la hospitalización por congelación o hipotermia de cientos de personas. Centenares de localidades quedaron sin luz.Las víctimas han sido sobre todo ciudadanos sin techo o alcohólicos que vagaban ebrios a temperaturas mortales. En Varsovia, unos 300 mendigos ocuparon las salas de espera de la estación central huyendo de un frío de 15 grados bajo cero. El Gobierno de Ucrania decretó el estado de emergencia en la región de Donetsk, azotada por unas temperaturas récord que descendieron por debajo de los 30 grados centígrados.

En Moscú, el frío se cobró la vida de cinco personas, mientras que más de 50 tuvieron que ser atendidas en los hospitales con síntomas de congelación. En los últimos días se habían registrado al menos otros cuatro muertos, uno de ellos al alcanzarle de lleno una aguja de hielo que cayó de un tejado.

El 16 de diciembre de 1902 se registraron 28 grados bajo cero en el centro de Moscú. El récord fue batido por ocho décimas en la mañana de ayer. En las afueras, el termómetro llegó a descender hasta los -32. En la lejana república de Komi se registraron 45 grados bajo cero.

En Bonn, donde la banda de música militar no pudo entonar los himnos de recepción para el ministro ucranio de Defensa, Olexander Kuzmuk, éste propuso una tradicional solución eslava a la congelación de los instrumentos: "Un vaso de vodka hará que los instrumentos se descongelen y que los músicos estén listos para la música y el combate".