Barea propone que no pueda superarse el gasto aprobado por el Parlamento

El director de la Oficina Presupuestaria del Gobierno, José Barea, abogó ayer por la aprobación de una ley general presupuestaria que impida que se sobrepase la cifra global de gasto que apruebe el Parlamento, imponga disciplina en el gasto público, vele por la evolución de la deuda e institucionalice el "principio de decisión jerárquica en la elaboración del presupuesto" seguido en 1997 y 1998. Barea lanzó la propuesta en el discurso que pronunció con motivo de su nombramiento como académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.El discurso de Barea coincidió con la difusión de los últimos datos sobre el déficit del Estado, que se situó en 1,05 billones (1,4% del PIB) entre enero y noviembre, lo que supone una reducción del 55,4% en comparación con el mismo periodo de 1996. Según afirmó el secretario de Estado de Presupuestos, José Folgado, las cifras mencionadas permiten adelantar que el año finalizará con un déficit "claramente inferior" al 2,4% del PIB.

Pese a la positiva evolución de las cuentas del Estado, el director de la Oficina Presupuestaria considera necesario elaborar una nueva ley general presupuestaria que recupere, en algunos casos, principios "de la primitiva ley General Presupuestaria de 4 de enero de l977". La nueva ley debería prohibir los anticipos de tesorería -excepto por razones de extrema urgencia- y los traslados de obligaciones del Estado a organismos públicos.

Comisión de deuda

La nueva ley debería acoger también la creación de una "comisión de deuda" que tendría como función "la fijación del límite máximo de variación del saldo neto de la deuda en circulación".Otros aspectos que debería recoger la nueva norma, según Barea, serían el contraste de las proyecciones presupuestarias con organismos independientes y el reflejo en un anexo "de las deudas Implícitas de la Seguridad Social" derivadas de las pensiones contributivas.

En su discurso, Barea recogió cuatro puntos que distorsionan a su entender la contabilidad pública: las asunciones de deuda extrapresupuestaria; el mal reflejo temporal de los intereses de la deuda; la financiación privada de infraestructuras y la "desfiguración" del déficit por las plusvalías de las privatizaciones.

Para Barea, todas esas medidas son necesarias para mantener la disciplina y evitar la "laxitud" que había impregnado la elaboración de los presupuestos hasta 1995.

El PSOE se declaró satisfecho de coincidir con Barea en sus críticas a la política presupuestaria del Gobierno Aznar, según manifestó ayer el portavoz del grupo parlamentario socialista, Juan Manuel Eguiagaray, quien entiende que Barea acusa al PP de "falta de rigor presupuestario".