El palacio romano Altemps reabre sus puertas como Museo Nacional

"Otras ciudades tienen que construir sus museos, a Roma le basta restaurar sus viejos palacios e instalarlos en ellos". El vicepresidente del Gobierno italiano y ministro de Cultura, Walter Veltroni, presentó así en sociedad este fin de semana la tercera sede del Museo Nacional Romano, el Palazzo Altemps, que será inaugurado hoy con una fiesta por todo lo alto. Un sobrio y majestuoso edificio del siglo XV, adquirido por el cardenal Marco Sittico Altemps, en 1568, el palacio no alberga ya la hermosa colección de esculturas reunida con dedicación por su antiguo dueño. Sin embargo, las autoridades italianas han encontrado en el edificio el marco ideal para exhibir la colección Ludovisi, el más impresionante conjunto de esculturas clásicas en manos privadas que quedaba en Roma, y que fue comprado por el Estado italiano en 1901.Esta nueva sede del Museo Nacional Romano es una buena demostración de lo que el Vaticano ha significado para Roma en la larga historia de la cristiandad. Un palacio cardenalicio que se restaura para albergar en él la más valiosa colección privada (160 obras) de esculturas clásicas, propiedad, a su vez, de otro cardenal.

33 salas

El encuentro entre el viejo palacio Altemps -comprado por el Ministerio de Cultura al Vaticano hace 15 años por la módica cifra de 450 millones de pesetas-, despojado de sus bellezas, y el de la hermosa colección Ludovisi, hacinada en el claustro de las Termas de Diocleciano hasta hace bien poco, ha dado un resultado sorprendente. Las esculturas griegas y romanas adquiridas en el siglo XVII por el cardenal Ludovico Ludovisi y restauradas amorosamente por artistas de la talla de Bernini y Algardi ganan en dignidad y belleza en las 33 salas imponentes del Palazzo Altemps, distribuidas en dos plantas.En el nuevo museo, que estará abierto al público desde el miércoles, tras una restauración que ha costado más de 1.600 millones de pesetas, pueden contemplarse algunas piezas exquisitas del arte clásico reinterpretado por los maestros del Seiscientos. Entre las obras más famosas de la colección está el Galata suicida, que se traspasa el pecho con una daga, junto al cuerpo de la esposa asesinada para evitar su apresamiento, las figuras de Orestes y Electra, la colosal cabeza de Juno y un Marte definido en alguna ocasión como "la más hermosa estatua del Dios de la guerra esculpida en la antigüedad". Además, puede admirarse el Ares restaurado por Bernini, el Dadóforo restaurado por Algardi y el grupo de Amor y Psique restaurado por Hipólito Buzio, uno de los más impresionantes artistas-artesanos del siglo XVII, así como el sarcófago Ludovisi, y el célebre Trono Ludovisi. El primer ministro italiano, Romano Prodi, ha tenido a bien ceder al nuevo museo un busto de Marco Aurelio, que adornaba hasta ahora Palazzo Chigi, residencia oficial de los jefes de Gobierno del país.