_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Aclaración de la viuda de Sáenz de Ynestrillas

Es fácil meterse con los muertos; ellos no contestan, no pueden defenderse, no tienen derecho a réplica. Todo el mundo se desayunó la mañana del día 9 de diciembre, desde bien tempranito, hablando, entre otros, de mi marido, el comandante Sáenz de Ynestrillas, una de las tantas víctimas de la violencia asesina de ETA, propiciada por los sectores nacionalistas vascos y amparada por los sucesivos Gobiernos de lo que llaman "democracia".Los que conocimos a mi marido sabemos bien cómo era; cómo amaba a su patria, cómo a su familia, cómo a sus compañeros, a sus camaradas y a sus semejantes. Cómo se volcaba con los demás, cómo se daba, íntegro, todo él. No fue un hombre de tibiezas ni de medias tintas; fue, ante todo, un hombre de honor, un Quijote del siglo XX, como le definiría Fernando Reinlein, de Diario 16, después de su asesinato.

Vivió toda su vida entregado al servicio de España, desde muy joven. Sirvió donde fue necesario, sin que se lo pidieran, y después, cuando los traidorzuelos y politicuchos disfrazados de militares se aferraban a los sillones de sus majestuosos despachos, renegando de cuantos valores habían jurado, renunciando a la lealtad, el honor y el servicio a la patria para no perder ni un duro de la nómina; cuando tantos soldados de la patria se convirtieron en los sucios soldados del dinero; cuando tantos volvieron la espalda a España para servir a sus Gobiernos, allí se mantuvo él, inalterable, firme, sin lujos, para servirla.

Nunca se le demostró nada, nunca se le condenó por nada, pero pasó varias veces por las prisiones militares del Estado democrático de derecho, y tuvo que contemplar, impotente, cómo nuestro hijo pequeño, Fernando, se criaba entre los pasillos de la cárcel militar de Alcalá-Meco.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Los que le conocimos estamos y estaremos siempre muy orgullosos de él. Cada vez más. Por su valor, su entrega y su fe.- Viuda de Sáenz de Ynestrillas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_