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Conferencia Islámica

La reunión de países islámicos en Teherán es un logro para sus anfitriones iraníes incluso antes de su inicio. Es la mayor de sus características desde la revolución. Cuenta con la asistencia de funcionarios de alta graduación de entre sus antiguos enemigos y es una señal de que Irán no sólo es una fuerza en la región, sino que también es reconocida como tal. Supone un claro contraste respecto al débil respaldo que obtuvo EE UU en la cumbre económica de Qatar. Este nuevo avance debería promover en Washington una revisión, siempre retrasada, sobre sus continuos esfuerzos para "aislar y contener" a Irán y reivindicar guerras de sanciones. ( ... ) Tiene incluso menos sentido ahora pretender cerrar la puerta desde fuera cuando está siendo facilitada la apertura desde dentro. Ya es hora de zanjar el pasado, cuando EE UU, habiendo perdido el Irán del sha, fue humillado por la revolución estudiantil del ayatolá. Ha habido pequeños signos de cambio desde Washington recientemente, pero son necesarios muchos más. ( ... ) Ayer, el ministro de Cultura iraní invocaba el ejemplo de la diplomacia de ping pong, mientras se quejaba de que EE UU había rechazado el diálogo la última vez que él lo propuso. ( ... ) Sería extraño, quizá desastroso, que la anticuada política estadounidense desperdiciase la oportunidad de llegar a un acuerdo constructivo y que la línea dura de Washington uniese fuerzas con los mullás de Teherán., 10 de diciembre

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