Dada de alta la única intoxicada grave en el fuego del centro de mayores
Dolores Barragán, la única anciana que quedó hospitalizada en estado grave tras el incendio en la madrugada del domingo de la residencia de mayores del Puente Vallecas, recibió ayer el alta médica. La mujer, que inhaló humo, requirió atención médica especial debido a que sufría una cardiopatía previa. Del resto de mayores hospitalizados, sólo tres permanecían ayer ingresados. Ninguno de ellos grave.El fuego se inició en la sala de televisión de la planta novena. Aunque las llamas quedaron aisladas en este punto por la acción de las compuertas antifuego, el humo se propagó por los pasillos e inutilizó dos plantas. El octavo piso también quedó fuera de servicio debido al agua filtrada durante las tareas de extinción. Estos hechos motivaron el traslado de los ancianos alojados en dichas plantas a las residencias autonómicas de Alcorcón (11), Alcobendas (12) y Manoteras (17).
Las causas del incendio aún no habían sido aclaradas ayer. Los bomberos señalaron que las llamas partieron de un sofá de la sala de televisión, lo que abre la posibilidad de que su origen fuese una colilla mal apagada o un cortocircuito.
Personal suficiente
La residencia, de 12 plantas, 177 habitaciones y 176 residentes, pertenece a la Comunidad desde que el 1 enero de 1996 la recibió transferida del Inserso. Los directivos del centro y CC OO negaron que faltasen empleados. "Hubo una denuncia por la carencia de personal en junio. Entonces sólo había cuatro ATS y nueve auxiliares de enfermería, pero después se aumentó la plantilla y ahora hay siete ATS y 23 auxiliares", afirmó la representante de CC OO Rosario Espinosa.El incendio, según la dirección del centro, fue descubierto por un sistema automático de detección de humos. El vigilante subió a la novena planta y, al comprobar la extensión del fuego, se dio aviso a los bomberos. "Se cumplió a rajatabla el plan de evacuación. Este centro dispone, además, de todos los sistemas antiincendios necesarios", afirmó el director de la residencia, Alejandro Muñoz. En 1995, las medidas contra el fuego del centro fueron supervisadas.
El buen humor y las ganas de volver a su residencia marcaban ayer la estancia de los 12 ancianos trasladados a Alcorcón. Su regreso a Vallecas parece que irá para largo. Según les han informado los responsables del centro madrileño, en los próximos días se inventariarán sus pertenencias y se reformará la parte dañada del edificio. Ellos no descartan que pasen uno o dos meses hasta que vuelvan. De momento, todo está precintado. La carencia de sus objetos personales les ha obligado a peinarse a los 12 con un solo cepillo. Los ocho hombres pueden afeitarse gracias a que el hijo de uno ha llevado cuchillas y jabón. "Nos han dado ropa y de todo. Si no hubiera sido así, tendríamos que ir desnudos. Por no tener, no tenemos ni una moneda para llamar por teléfono a la familia", comentaban.
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