'La Gata' pasa el invierno en Malasaña

No es por la acepción castiza con la que se conoce a las madrileñas, tampoco por la canción que popularizó hace unos años Rocío Dúrcal, ni siquiera porque a los actuales gestores les guste especialmente el felino animal.El ya tradicional local de la noche madrileña de la calle de San Vicente Ferrer casi siempre conocido como Elígeme, aunque también lo ha sido por El Pub de Malasaña -muy al principio-, Habana y Swing, se llama ahora La Gata porque Sonia y Eloy, los actuales responsables, tenían un chiringuito de igual nombre en Zahara de los Atunes (Cádiz).

Allí habían conseguido los últimos veranos crear un espacio de ocio y agitación cultural con actuaciones casi a diario de artistas de la zona al tiempo que improvisaban otras con artistas de paso.

Hervidero para inquietos

Se inventaron un hervidero alternativo que atrajo a los veraneantes más inquietos del suroeste español, al tiempo que allí recalaban para tomar unas copas actores en gira por los teatros o los que aprovechaban los descansos de los rodajes.Eloy, de 26 años, es hermano de Aitana Sánchez-Gijón, que le cedió parte del decorado utilizado para el montaje teatral de La gata sobre el tejado de cinc que la actriz representó en una extensa gira por los escenarios de toda España.

El chiringuito tolerante de la playa, lleno de objetos alusivos a esa gata, "se convirtió", según cuenta Sonia, madrileña de 23 años, "en algo macrogaláctico, podía pasar cualquier cosa. "Eloy tocaba el bajo desde detrás de la barra mientras servía copas. Se daba vía libre a la imaginación y a la creación", rememora Sonia.

Pero los veranos no duran eternamente y hubo que pensar dónde pasar los inviernos, ya que al declinar el bullicio estival, La Gata sureña tenía que echar el cerrojo. Con lo que habían ganado, Sonia y Eloy pensaron que lo mejor sería que La Gata pasara el invierno en Madrid. Pedro Sauquillo y Víctor Claudín, los socios del Elígeme, captaron enseguida la idea de los dos jóvenes y les dieron todas las facilidades para trasladar el ambiente de aquel rincón de la playa de Zahara de los Atunes a su local.

El antiguo Elígeme tenía el suficiente historial bohemio y permisivo como para "sacarle el máximo partido a nuestra idea", asegura Sonia, "no sólo apoyamos a las nuevas hornadas de la música, sino que también proyectamos cortos, organizamos cinefórum, teatro, exposiciones y fiestas de otro tipo". "Aunque es muy estresante ponerlo a andar cada día", admite, "estamos creando un espacio muy divertido y diferente". Con una decoración totalmente nueva, muy vistosa y colorista, llena de láminas, grabados, troquelados y estatuilias de gatas, La Gata inició sus actividades el pasado 6 de noviembre y por su escenario ya han pasado formaciones de fusión flamenca como Ea!, cantaoras como La Emi, osadas propuestas musicales como la de Patricia Kraus, además de artistas relacionados con la música blues, el teatro y el cine.

El martes próximo, el genial combo sevillano Los Mártires del Compás estrenarán allí nuevas canciones, y próximamente lo harán igualmente Tomasito, el africano Gewel o el grupo La Gata Dislocada, que no es otro que el del propio Eloy Sánchez-Gijón con otros amigos del local.

La Gata. San Vicente Ferrer, 21. Metro Tribunal. Todos los días, de diez de la noche a cuatro de la madrugada. Cerveza: 400 pesetas. Copas: 700.