_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Forza sin fuerza

LA PRIMERA condena penal en firme a Silvio Berlusconi, por fraude, no tendrá efectos prácticos, pues un indulto general en 1990 le evitará ir a prisión. Sin embargo, sus efectos políticos pueden resultar devastadores para el centro derecha, el Polo de las Libertades, que capitanea Berlusconi y su partido, Forza Italia, ahora desinflado. Esta sentencia judicial, las recientes derrotas en las elecciones municipales del Polo y la descomposición de éste llevan a pensar que Berlusconi tendrá que elegir entre conformarse con ser un segundón en una oposición dividida o abandonar la política.La sentencia es la primera que cae sobre Berlusconi, pero no es necesariamente la acusación más grave que pesa sobre él: aún debe enfrentarse a dos procesos de mayor calibre por corrupción. Esta vez, un tribunal de Milán le ha condenado por falsear el precio de la compra en 1989 de una empresa cinematográfica por su holding mediático para generar dinero negro. La sentencia ha tenido un indudable efecto moral y político. De nuevo surgen las preguntas sobre cómo Berlusconi ha vinculado su aventura política y sus negocios, incluso con sospechas de que su apoyo a la reforma constitucional puede tener algo que ver con una solución satisfactoria para sus intereses en el ordenamiento del sector televisivo italiano.

La sentencia viene a reforzar las dudas que existen desde hace al menos un año sobre la capacidad de Berlusconi para aunar al centro derecha italiano y empieza a cuestionarse abiertamente su liderazgo. Los sectores más centristas tienden a separarse, mientras Gianfranco Fini y su neofascista Alianza Nacional se están replanteando la estrategia política diseñada por Berlusconi. En esta situación, parece cada vez más difícil que el Polo pueda aspirar a rehacer el frente común con la Liga de los independistas de Bossi que le llevó al Gobierno en 1994. Berlusconi ha dado muestras de querer jugar a la desesperada esta última carta. Pero de su mano, tras la condena, Forza Italia pierde fuerza, y con ella toda la derecha política italiana.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_