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LOS ESTRAGOS DE LA NEVADA

La retirada del hielo de los aviones provocó retrasos de más de dos horas en Barajas

Vicente G. Olaya

La nevada que cayó ayer sobre la región tuvo una grave repercusión sobre el tráfico aéreo de Barajas. Los aviones no pueden despegar cubiertos de nieve. Sus alas tienen que ser despejadas en la llamada plataforma de descongelación. Si no se hiciese así, los alerones podrían fallar. Como del aeropuerto despegan 25 aviones a la hora, y las instalaciones de descongelación sólo tienen capacidad para quitar la nieve a 12 aeronaves cada 60 minutos, la congestión fue inevitable. A las nueve de la noche, unos 30 aparatos esperaban permiso para despegar. Estuvieron así más de dos horas.

La nieve provocó ayer retrasos de entre una hora y dos horas y media en todos los vuelos vespertinos y nocturnos que partieron del aeropuerto de Barajas. Un portavoz del aeródromo dio la siguiente explicación a los retrasos: "La nieve se acumuló sobre el fuselaje de los aviones a lo largo de la tarde. Una nave no puede despegar con nieve sobre sus alerones, porque no funcionarían. Ha habido que rociarlos con glicol [sustancia descongelante] para deshacer la nieve".Y explicó cómo se efectúa la operación de deshielo: "Contamos con una plataforma para descongelar los aviones. Se meten los aparatos de dos en dos. Son rociados allí por unos camiones cisterna que dependen de la compañía Iberia. Cada operación de quitar la nieve del fuselaje de los aviones dura unos quince minutos. En cambio, si en vez de nieve hubieran estado cubiertos de hielo, la operación habría sido más corta: unos diez minutos. El glicol tarda más en atacar la nieve que el hielo. Cuando las alas están cubiertas de nieve, podemos descongelar como mucho doce aviones a la hora. Como el aeropuerto está preparado para que cada hora despeguen 25 aviones, los retrasos se han ido acumulando a lo largo del día".

30 aviones en espera

A las cuatro de la tarde de ayer, cuando más nevaba sobre Madrid, el retraso medio era de poco más de una hora. A las cinco, las demoras oscilaban ya entre 60 y 90 minutos. A las ocho de la noche, cuando apenas caían copos, las demoras subieron a la hora y media. Sesenta minutos después, la totalidad de los vuelos rozaban un retraso de 120 minutos. "Unos vuelos más y otros menos", matizó el portavoz del aeródromo. A esa hora, según la torre de control, unas treinta aeronaves esperaban permiso para despegar.El pasado siete de enero el aeropuerto Barajas puso en funcionamiento un nuevo sistema antihielo para eliminar la placas de agua helada y nieve del fuselaje de las aeronaves. Se trata de una instalación de unos 6.000 metros cuadrados de superficie que costó 60 millones de pesetas. Consta de un pavimento acanalado sobre el que cae el líquido que disuelve las placas de hielo de los aparatos. La solución sobrante (una mezcla de glicol y agua) se vierte en los canales y puede ser nuevamente utilizada

Cuando los responsables del aeropuerto probaron por primera vez el sistema, en enero, descubrieron que algo fallaba. Los remaches del pavimento, con el frío y el agua helada, se reventaron. El suelo del sistema antihielo quedó completamente inutilizado. Los aviones no pudieron pasar porque hubieran pinchado las ruedas. El colapso fue total, a que las aeronaves tuvieron que ir de un lado al otro del aeródromo buscando camiones con líquido anticongelante que las pudieran rociar. Ayer, según el portavoz del aeropuerto, el sistema antihielo funcionó perfectamente. Los remaches no se reventaron.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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