Los Dieciséis mantendrán la fuerza de paz en Bosnia
Los Dieciséis aliados alcanzaron ayer un compromiso sobre su presencia militar en Bosnia. Encargaron al Consejo Atlántico, integrado por los embajadores, que elabore un informe sobre las distintas opciones posibles para cuando acabe, el 30 de junio, el mandato de la Sfor (Fuerza de Estabilización), a los 18 meses de su creación. Mientras tanto, se ratificó, como resaltó el secretario general, Javier Solana, que esta fuerza permanecerá hasta agotar su periodo, aunque antes se hará una evaluación.Aunque el estudio incluirá la opción cero, es decir, la retirada total de los 30.000 soldados hoy desplegados, esa inclusión es puramente académica. El sentimiento general de los aliados es que se precisa su continuidad, cada vez más volcada hacia el apoyo de las tareas civiles y de reconstrucción.
En realidad, ayer se reprodujeron las mismas posiciones que surgieron hacia el final del mandato de la lfor, hace ahora algo más de un año. La delegación norteamericana, encabezada por el secretario de Defensa, William Cohen, prefería el mínimo compromiso posible, dada la hostilidad del Congreso, que exige el cumplimiento de las promesas de retorno de las tropas. Y, como mal, menor, optaba por la fijación de una fecha límite.
Los europeos propugnaban la continuidad, pero eran sensibles a la delicada postura parlamentaria del presidente Bill Clinton, que ya ha recibido bastantes reveses en el ámbito internacional. A medio camino de ambas salidas, el encargo del estudio indica la voluntad de continuar, pero sin predeterminar cómo ni cuánto tiempo. La fórmula más probable es una Sfor algo más reducida, en torno a los 20.000 hombres, de carácter flexible y con capacidad de intervención rápida. "Entendemos que debe ser una nueva misión, porque la situación es diferente", indicó el español Eduardo Serra.
El peligro de Irak
Cohen aprovechó la reunión para ilustrar sobre los peligros del rearme químico en Irak. Urgió el apoyo de los aliados a las posturas de EE UU y recordó que Sadam Husein "no es sólo un peligro regional, sino global".Los aliados llegaron también a la conclusión de que, militarmente, la OTAN puede asumir, sin dramatismos y manteniendo sus capacidades defensivas, la integración de los tres candidatos del Este: Polonia, Hungría y República Checa. El coste de la ampliación (excluido el presupuesto civil) quedó aprobado en 1.300 millones de dólares (195.000 millones de pesetas). El coste es bajo también porque se excluye un aumento del riesgo procedente de Rusia.
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