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Leopoldo Alas publica un libro sobre los amores esporádicos

Aunque el amor es uno, lo normal es que tenga mil caras, y con algunas de éstas reflexiona en voz alta, poniéndose de protagonista o de testigo de los amores de los demás, Leopoldo Alas, que acaba de publicar Los amores periféricos (Temas de Hoy). Y con todo lo que se ha escrito sobre el amor, se pone Leopoldo Alas a ello, acaso para decir "probablemente nada nuevo, pero en todo caso darle un tono personal a esta cuestión tan escrita y tan pensada".Define su libro como "un breve viaje elucubrador con textos y amigos" al que ha puesto "un poquito de carne en el asador" cuando le convenía al hilo de su discurso. "He aportado un tono", insiste, "no sé si original, pero sí, al menos, personal". Y estos amores son periféricos: "Me costó encontrar el adjetivo más adecuado", y se lo prestó un amigo, al que se lo agradece. "Cómo llamar a esos amores que no son el amor principal: ¿distintos, diferentes?". Nada le convencía y surgió la palabra periféricos: aquellos amores quenos rodean. "Periféricos no quiere decir aventuras amorosas en la periferia, sino esos amores secundarios que realmente resultan muy principales".

El amor admite, lo reconoce, todos los adjetivos. "El amor es uno y lo llenamos de contenidos; ésta sería la tesis de cualquier reflexión genérica sobre el amor. Lo primero es el amor y después está lo que uno ama. Caben todos los adjetivos: el amor pasión, el amor poder, el amor ternura, el amor dependencia, hay mil posibilidades". Ha escrito un ensayo, y también es confesión. "Este libro parte de un previo desengaño, no tanto personal como una decepción ante las posibilidades de la pasión, que son todas normalmente demoledoras". Casi preferiría no tener que vivir una pasión, "prefiero elegir una hermosa amistad, pues creo que es la forma más elevada de amor". ¿Cuál es el amor más generoso? "El de la madre por un hijo; es tópico, pero es cierto: es generoso porque no puede ser de otra manera". En su opinión, el amor más desinteresado "es la amistad, porque se da en un plano de igualdad; en el amor puedes admitir engaños, soportarlos, y aun así seguir queriendo. En la amistad no cabe el engaño".

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