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Inesperada muerte del anciano acusado de violar y asesinar a un niño napolitano

Andrea Allocea, de 70 años, vecino de la localidad napolitana de Cicciano, acusado de la violación y asesinato del pequeño de nueve años Silvestro Delle Cave, falleció en el hospital de Cardarelli la madrugada del domingo. Allocea, detenido desde hacía dos semanas en la cárcel de Poggioreale (Nápoles), fue ingresado en el centro médico la tarde del sábado tras sentirse enfermo. Pocas horas después, y al parecer debido a un edema pulmonar, fallecía.

Alloca padecía asma y trastornos bronquiales. Pese a ello, su muerte, en espera de que la autopsia determine las causas exactas, plantea algunos interrogantes al calor de la fuerte repulsa que provocó el asesinato del pequeño Silvestro en toda Italia.

Poco antes de ser trasladado al hospital, Alloca, internado en una sección especial de la prisión de Poggioreale junto a los supuestos cómplices del asesinato de Silvestro Delle Cave, había recibido la visita del eurodiputado de Forza Italia Ernesto Caecavale. Alloca, sucio y abandonado, parecía desvariar, según declaró Caceavale a los periodistas.

Conocido como el monstruo, el viejo vecino de Cicciano confesó a la policía haber matado a golpes y patadas al pequeño Silvestro, del que abusaba desde hacia al menos nueve meses, cuando el niño amenazó con contarle a su padre lo que ocurría. Alloca, que actuó, según confesión propia, con la ayuda de sus dos yernos, con los que también mantenía relaciones sexuales, quemó más tarde el cadáver y lo hizo desaparecer. La policía no ha encontrado huella alguna del cuerpo de Silvestro.

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