Las fuerzas de la ONU salen de Haití, pero dejan una misión policial

Las fuerzas de la ONU Iniciaron ayer el abandono de Haití en medio de los elogios del Gobierno y de una mezcla de temor y esperanza por parte de la población respecto a la capacidad de la Policía Nacional haitiana para mantener el orden que durante 38 meses ha prevalecido en este país caribeño."La fuerza ayudó realmente a restaurar la democracia", dijo el presidente de Haití, René Preval. "Haití está armada de mejores recursos para caminar hacia la formación de un Estado de derecho", añadió durante una ceremonia de reconocimiento a la misión de la ONU realizada la noche anterior.

Dirigentes de la misión de la ONU aseguraron que abandonan el país convencidos de haber contribuido a un cambio en la vida política y social de Haití, el país más pobre del continente americano. Según la ONU, la fuerza multinacional colaboró, además de las tareas de seguridad, en obras de construcción y reparación de la deteriorada infraestructura haitiana, lo que deja al país en mejores condiciones para su desarrollo.

Pero la preocupación mayor para los haitianos de a pie es la nueva Policía Nacional, una organización que para muchos no tiene la capacidad de garantizar la seguridad pública. Este cuerpo policial entró en funciones en junio de 1995 y tiene unos 7.000 miembros, pero desde su formación ha sido criticado por diversos sectores que han denunciado su incapacidad para proteger el país, una posición que la ONU no comparte.

"La Policía haitiana tiene ya un nivel aceptable de profesionalidad", indicó en la misma ceremonia de despedida el jefe de la misión de la ONU en Haití, Henrique Ter Host.

Sin embargo, ese "nivel de profesionalidad" parece necesitar un empuje final, por lo que el Consejo de Seguridad de la ONU resolvió el viernes pasado por unanimidad establecer, hasta el 30 de noviembre de 1998, la presencia de una Misión de la Policía Civil de la ONU (MINO-PUH) con 300 policías civiles como máximo, para profesionalizar la Policía haitiana.