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Un enfoque de la solidaridad

77 fotógrafos aficionados recorren la ciudad retratando la diversidad de razas y culturas

Las fotos de ayer tenían una especial sensibilidad. A través del visor debían plasmar escenas cotidianas de la solidaridad madrileña. Setenta y siete personas participaron en el primer maratón fotográfico contra el racismo organizado por la Universidad Popular de Madrid, la Junta Municipal de Usera y la Asamblea de Madrid. Un certamen con un premio muy afectivo. Los ganadores apadrinarán gratuitamente a un niño de la asociación Ayuda en Acción durante dos años.El maratón consistió en captar durante un día 16 postales de otros tantos temas relacionados con la diversidad de razas y culturas que conviven en la ciudad.A las diez de la mañana arrancó el carrusel.En la calle de Rafaela Ibarra se entregó un carrete por participante .Cada uno recibió un primer folio con seis temas Mejor juntos, América, Un millón de amigos, Casa abierta, El planeta de los noños y Futuro. Los fotógrafos tenían que disparar un solo fotograma acorde con cada lema.

Marina Ortolá, de 26 años, y Curro Castañeda, de 27, viajaron hasta la catedral de la Almudena para captar la primera imagen. Aprovecharon un encierro contra la tortura para el tema Mejor juntos. Curro disparó hacia el inmenso cartel del Hotel Sur para cubrir el epígrafe América.

Otros grupos optaron por un mismo escenario para cumplimentar los seis primeros títulos. Javier Cano y José Luis Antón, estudiantes de Imagen, eligieron el Retiro, y María Jesús y Eva, estudiantes de Bellas Artes, un mercado de Usera. "Es cuestión de darle al coco. En el parque del Retiro había material par a todos los capítulos. Para hacer el Futuro he fotografiado la reforma del Palacio de Cristal", decía Enrique Gallego, un químico de 30 años.

Otros fotógrafos no pudieron disparar con comodidad. Enfocaron a unos personajes que se enfadaron al ver una cámara cercana. Fue el caso de un grupo de ancianos que jugaba al dominó o el de una mujer que se quejó a ver que retrataban su tienda de ropa. "Es que a veces me copian el escaparate", dijo la comerciante. Reyes Noyá, fisioterapeuta de minusválidos, vio en la calle un par de vagabundos. "Con mucho gusto nos puedes retratar", la dijeron. Los hombres errantes se acicalaron. Uno de ellos engalanó su ojal con un ramo de perejil. Después e la fotografía espetó a la fotógrafas: "Nos vas a dejar unos durillo en el cazo, ,¿verdad?".

A las dos de la tarde se estableció el segundo control en el vestíbulo del metro de Plaza Elíptica. Allí se repartieron otros seis contenidos: La mezcla es bella, Construyendo nuestro país, Todos iguales, Sin fronteras, África, De todos. A las cinco de la tarde recogieron los últimos objetivos del maratón: Diferentes, Asia, Europa y Espacio común.

Víctor Tuyá, miembro del jurado, aclaraba que la técnica ocupa un segundo plano: "Son más importantes las ideas. Hay que ser muy creativos, y lo complicado es hacer esos temas por orden. A lo mejor te encuentras en la foto 12º una imagen que te valía para otro tema". Los fotógrafos entregaron la película a las nueve de la noche. Luego bailaron con música flamenca. Los premiados serán mentores de un niño necesitado desde el próximo 19 de diciembre.

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