Anguita descalifica la política europea y de empleo de PSOE y PP

El líder de Izquierda Unida, Julio Anguita, dedicó ayer la mayor parte de su intervención a repartir críticas entre el Gobierno del PP y el anterior Ejecutivo socialista sobre su política europea y, en concreto, la de empleo. De esa forma, aunque Anguita aseguró que la postura de Aznar en Luxemburgo había resultado "bastante dura de entender", se dedicó todo el tiempo a criticar los aspectos generales que los dos partidos mayoritarios mantienen en política europea.Anguita proclamó ante la Cámara que sólo él había traído al hemiciclo, ya en alguna ocasión, los acuerdos del Parlamento Europeo que en junio de 1995 diseñaron las líneas generales de una política de empleo. El líder de IU los fue desgranando y advirtiendo que las sucesivas cumbres europeas han ido contradiciendo todos los planteamientos del Parlamento Europeo. Además, acusó al Consejo de Europa de incumplir sistemáticamente sus propias resoluciones en este terreno y concluyó que tampoco es posible creerse, en esta ocasión, los propósitos enunciados en Luxemburgo.El líder de IU, en su intento de identificar a PSOE y PP como si tuviesen posturas comunes en el empleo, preguntó: "¿Cómo pueden ustedes decir que los compromisos de empleo tienen el mismo alcance que los objetivos de convergencia monetaria?". En su ataque a los acuerdos de Luxemburgo se detuvo en examinar la reducción de la jornada laboral que, según su opinión, ha quedado rechazada por la última cumbre europea.

Críticas del Grupo Mixto

Los cinco representantes del Grupo Mixto que intervinieron en el debate coincidieron con más o menos precisión en calificar de éxito la cumbre de Luxemburgo. Joan Saura, de Iniciativa per Catalunya, la calificó como "hito histórico" y atacó con dureza al Gobierno, del que dijo que había sido una "lamentable excepción" en la cumbre y que había lanzado "un gran mensaje de desesperanza a los parados".Guillerme Vázquez, del Bloque Nacionalista Galego, juzgó como positivos los acuerdos y, aunque los calificó de "epidérmicos" para afrontar el problema del desempleo, lamentó que el Gobierno español no se haya comprometido a cumplirlos como los demás países.

Pilar Rahola, del Partit per la Independencia, empezó por lanzar un durísimo reproche al portavoz de Coalición Canaria José Carlos Mauricio, por lo que entendió como actitud complaciente con el Gobierno y le espetó que "cuando se pierden los orígenes se pierde la identidad".

Begoña Lasagabaster, de Eusko Alkartasuna, le dijo a Aznar que con su frase "España va bien" no se va a superar el problema del desempleo y José María Chiquillo, de Unión Valenciana, echó en falta cuestiones importantes en la cumbre, como medidas frente a la economía sumergida.