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Tribuna:EL FUTURO DE GETAFE
Tribuna
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Mirando al sur con vergüenza

Lo del sur es una generalización exagerada, utilizada para titular estas líneas por ser más sonora y atrayente que el nombre del lugar cuya visión me avergüenza y me duele: Getafe No me refiero a Getafe ciudad y ciudadanos, modelo en muchos sentidos y obras del renacer municipalista y urbano iniciado en 1979, sino a la grosera imagen de la "Gran Ciudad del Sur" presuntamente atribuida al gran arquitecto Norman Foster y pregonada por el alcalde, amigo y compañero Pedro Castro.Debo aclarar que la noticia y la imagen que comento apareció en El Mundo del pasado 16 de noviembre, tardíamente caído ante mis ojos por regalo o provocación de un amigo, ya que no compro dicho periódico y, menos aún, gasto mi tiempo en comentarlo.

Pero la escenografía urbana en sí y las palabras, entrecomilladas, que la presentan y defienden, puestas en boca de un alcalde socialista, me incitan y obligan a una rápida reflexión y una contundente repulsa.

En primer lugar, dudo que la vulgar planimetría de la "Gran Ciudad", por muy torpe y esquemática que la tipografía periodística sea, proceda de la mano de un arquitecto tan importante como Norman Foster. Más bien cabe pensar que su nombre haya sido utilizado, no sé si con su consentimiento y honorarios correspondientes, para etiquetar, como marca de calidad, un diseño urbano que, presentado por Pedro Ortiz e incluido en el elenco de supermallas y supermanzanas metropolitanas propuestas en el Plan Regional de Estrategia Territorial, sólo merecerían el desprecio técnico y político. Quede como homenaje al autor de obras como el Banco de Hong Kong, la Torre de Collserola o el aeropuerto de Stansted la duda sobre su atribuida paternidad. Desgraciadamente, asistimos a una frecuente y espuria utilización de grandes estrellas de la arquitectura para cubrir operaciones de marketing inmobiliario, desde Disney World a Getafe.

En segundo lugar, pero más preocupante, alarma el que sea el propio alcalde de Getafe el "impulsor desde hace años de esta idea". ¿Cuántos años?, ¿antes o después de 1995? El glosario de excelencias que compendian los contenidos y benéficos efectos de la "Gran Ciudad del Sur", que "exceden el puro ámbito municipal, pues tendrán una incidencia a nivel regional, nacional e incluso internacional", nada tiene que envidiar a las más pomposas y fatuas propuestas de la incultura tardo-derechista del Ayuntamiento capitalino. De todo hay: ciudad aeroportuaria, palacio de congresos, zona olímpica, estación del AVE, área de edificios administrativos (con forma de donut), M-40 ferroviaria y, cómo no, entre 14.000 y 30.000 viviendas (amplio margen para la discrecionalidad y el negocio inmobiliario y muestra de un escaso rigor técnico, pero, eso sí, más grande que el más grande de los PAU o las pretendidas UDE del Plan Regional). Sólo falta la propuesta de una M-55 hermana periférica de la M-45 madrileña. Una duda maligna: ¿no fue en estos mismos pagos sobre los que don Jesús Gil propuso en torno a 1988 o 1989 una gran operación especulativa bajo el camuflaje de una "Gran Ciudad del Deporte"?Ironías aparte, una propuesta de este tenor intelectual, de tal magnitud y publicitada en los momentos actuales, supone una grave irresponsabilidad en sí misma y una traición a la construcción de una razonada y razonable alternativa de los ayuntamientos del sur metropolitano frente al modelo de desarrollo regional propuesto por el Partido Popular. Faltas graves que sólo pueden entenderse por un exacerbado afán de protagonismo del alcalde de Getafe, que quiere añadir nuevos títulos a su ciudad, ya anunciada como "Cuna de la Aviación Española", "Capital del Sur", "Ciudad Universitaria" y ahora "Gran Ciudad del Universo". O, lo que sería más grave, es el síntoma más visible de un contagio ideológico del neoliberalismo desarrollista, desregulador e insolidarlo imperante en nuestra región, y más allá de sus fronteras, desde que el urbanismo está inspirado y gobernado por la derecha.

Legitimado por mi condición de compañero de partido y por mi historial de responsable político en la Comunidad de Madrid, me atrevo a recordar al señor alcalde que Getafe pudo ser digno referente en la construcción de un renovado territorio metropolitano porque supo ejercer de pieza articuladora de un proyecto supramunicipal, renunciando a egoísmos y grandilocuencias localistas.

No olvidemos que una de las actuaciones con mayor potencialidad en el reequilibrio y recualificación del sur metropolitano fue la implantación en Getafe de la Universidad Carlos III, impulsada, batallada y consolidada, física e institucionalmente, siendo presidente regional Joaquín Leguina, contando con el apoyo y el compromiso de ministros como J. M. Maravall y J. Solana. Una nueva universidad, en el corazón de la ciudad existente, recuperando viejos cuarteles militares para usos civiles, recualificando y completando el tejido urbano y no extendiendo el sistema de asentamientos mediante una ocupación indiscriminada de suelos rústicos.

Desearía que estas líneas, depuradas de las expresiones más agrias, ayudasen a una reflexión, incluso autocrítica, capaz de corregir el camino iniciado y borrar del mapa regional iniciativas tan descabelladas. Ojalá que las imágenes publicadas en El Mundo sean sólo una mala noticia, o una noticia mal recogida y peor publicada. En todo caso, parece necesaria una rectificación del alcalde de Getafe que devuelva sensatez y solidez a este gran sur metropolitano, más necesitado de proyectos comunes y corresponsales que de disparates grandilocuentes e insolidarios.

Eduardo Mangada es arquitecto.

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