Sasé no se acabó
Para el PP-PAR, partidos gobernantes en Aragón, los 40 habitantes desalojados de Sasé, Huesca son una grave amenaza. Esas personas, que no utilizan pesticida en sus cultivos, que reciclan sus residuos y que han excluido la tele basura de su menú habitual merecen una brutal carga policial y un continuo hostigamiento. Esto partidos no tienen ningún problema en ceder gratuitamente polígonos industriales a empresas económicamente boyantes, financia auténticos pufos económicos con fondos públicos o negociar con lo propietarios de urbanizaciones le vantadas de forma ilegal. Los okupas de Sasé son peligrosísimo porque son el símbolo de quienes se han atrevido a salirse de la lógica neoliberal que nos imponer diariamente. Ellos han conseguido ponerse de acuerdo en un proyecto de vida, mientras que en la mayoría de comunidades de vecino no se coincide ni para poner una antena parabólica. Ante sus razones, el PP-PAR evoca viejos tiempos enviando a la Guardia Civil como ha ocurrido últimamente en otros pueblos de Aragón con distintas reivindicaciones ciudadanas (Beceite, Gallur). Sasé no se acabó; sus habitantes sueñan con regresar.-
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