La Duma obliga a Yeltsin a destuir a Chubáis como ministro de Hacienda

La Duma Estatal o cámara baja del Parlamento ruso aprobó ayer una resolución por la que pide al presidente Borís Yeltsin que acepte la renuncia ofrecida el sábado pasado por Anatoli Chubáis de sus puestos de primer vicejefe de Gobierno y ministro de Hacienda. Yeltsin, sin embargo, optó por una solución salomónica y decidió cesar al ultraliberal reformista sólo del último cargo, lo que permite salvar tanto la cara de la oposición comunista como el pellejo de Chubáis.

Los diputados apoyaron en la resolución adoptada el cese ordenado por Yeltsin "de los dirigentes de órganos federales del poder ejecutivo" que comprometieron su imagen con el escándalo desatado por los excesivos honorarios que recibieron por un libro sobre la privatización en Rusia aún no publicado. Cada uno de los cinco autores recibió 13 millones de pesetas por su presunta contribución a la obra inédita, que fue denunciada la semana pasada por el periodista de investigación Alexandr Minkin.Yeltsin, contrariamente a lo que había sido su costumbre cuando estallaba un escándalo de esta naturaleza, reaccionó con inusitada rapidez y severidad a las acusaciones de Minkin y cesó al vicejefe de su administración, Alexandr Kazakov, al ministro de Privatización, Maxim Boiko, y al director del Servicio Federal para Bancarrotas, Piotir Mostovói. Sólo conservó a Chubáis (el quinto autor ya no estaba en el Gobierno) porque, según opinión de la mayoría de los observadores, la caída del principal impulsor de las reformas económicas podía traer consecuencias nefastas en los mercados financieros y Rusia podía verse privada de billones de pesetas que tanto necesita.

"La aguda crisis gubernamental provocada por la trasgresión de las normas ético-morales por parte de algunos miembros del Gobierno de la Federación Rusa -traducida en el uso de métodos sucios para enriquecerse y en abuso de poder- destruyen definitivamente la confianza de los ciudadanos rusos en el Gobierno", se dice en el documento, aprobado por 267 votos a favor y sólo 14 en contra, que pide el cese de Chubáis. El anuncio oficial se hará hoy.

El hombre más reforzado de la crisis es nuevamente el primer ministro, Víktor Chernomirdin.