La rehabilitación de los centros históricos como seña de identidad
Los centros históricos no son sólo un mero soporte físico, sino también un elemento de identidad cultural, "buscar esa identidad de las ciudades principales de Europa constituye una gran preocupación de alcaldes como el de Madrid o el de Roma", manifestó ayer el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Ignacio del Río, durante un debate organizado por el Club de Debates Urbanos en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Durante el debate se recordó cómo en los primeros años de la democracia empezaron a llover en España proyectos de rehabilitación de urgencia para salvar esta o aquella vivienda del centro histórico de diversas ciudades, de los que hoy en día parece que queda ya poco. Así lo manifiestan los expertos en urbanismo, que actualmente centran sus preocupaciones en otro sentido: la recuperación de los centros históricos a través de planes globales bien organizados.
Un ejemplo de dicha recuperación es el plan general de Santiago de Compostela que, en palabras de su alcalde, el arquitecto Xerardo Estévez, "es el fruto de 12 años de trabajo y de una trayectoria, la del planeamiento", que tanta oposición de los ciudadanos tuvo en sus inicios. "Las ciudades hay que hacerlas con tiempo, aprovechando las oportunidades (en las que se da un especial apoyo a las ciudades, como el nombramiento de las capitales culturales) para hacer un plan coherente".
Cirugía
En la rehabilitación del centro histórico de Madrid, la principal preocupación de sus ejecutores se centra, según Ignacio del Río, "en no hacer una simple rehabilitación de fachadas, sino en realizar un proceso de cirugía en profundidad". "El tejido social del centró, es decir, su población, presenta unas circunstancias muy graves y el mero esfuerzo ciudadano no puede generar la dinámica suficiente para recuperar estas viviendas".A modo de ejemplo, en el barrio madrileño de Lavapiés, uno de los diversos cascos históricos de la ciudad más castigados, el 24% de la población es mayor de 65 años y sólo el 12% es menor de 14 años. Además, en este barrio existen 17.000 viviendas y casi un 40% de ellas está en una situación altamente deteriorada.
Entre los problemas que ayer plantearon los expertos en urbanismo sobre esta cuestión, en el debate celebrado en el Círculo de Bellas Artes, destacan la necesidad de adaptar las microviviendas (típicas de los centros históricos, como las situadas en las corralas) a las necesidades de la población del futuro o el alto porcentaje existente de edificios poco susceptibles de ser rehabilitados y en los que quizá debería plantearse como medida alternativa la renovación total.
