El himno nacional

Ahora que ya se acabaron los ecos del real decreto sobre el himno nacional y que he podido estudiar tranquilamente todas las partituras aparecidas en el BOE -banda, orquesta y órgano-, quiero hacer públicos mi reconocimiento y felicitación a alguien que lo merece como músico y persona. Me estoy refiriendo al maestro Grau Vegara. Como músico, porque las instrumentaciones son modélicas y además recuperan un sabor arcaico que sitúa la obra en su tiempo. Profesionalmente hablando, reconozco que ata mucho una armonía preestablecida, limita la fantasía del instrumentador; pero, aun así, ahí queda la gran habilidad y maestría de quien conoce a la perfección todos los secretos de este difícil arte. Como persona, porque ha sabido mantenerse en un plano de humildad y discreción digno de elogio, y porque, además, ha donado todos los derechos al Estado. Según la actual legislación sobre la SGAE, le corresponderían todos los derechos de la obra, ya que la melodía es de dominio público. Todo lo anterior no es corriente en los tiempos en que vivimos, por lo que quisiera dejar constancia de esa doble lección artística y humana (hermoso norte) que el maestro Grau nos ha dado.- Presidente de la Asociación de Compositores Sinfónicos Valencianos.