San Martín de la Vega, no de la Warner
En su artículo del domingo 2 de noviembre nos han mostrado a todos los sanmartireños lo que es una información parcial, sesgada, malintencionada o, como mínimo, poco contrastada.Esta zona no sólo es valle de alcachofas, lo es sobre todo de espárragos, patatas, maíz, coliflores, lechugas, escarolas y aún más. En sus colinas peladas, además de arena para el "pipí de los mininos", hay una importante industria yesera desde donde diariamente sale un gran número de camiones con diferentes destinos, siendo muy posible que la casa del señor Francés esté enyesada con yesos de estas colinas que tal desprecio le merecen.
Se me ocurren por lo menos siete u ocho bares en los que se puede comer menú del día, que no nombro por evitar la publicidad, y, además, este pueblo de labriegos tampoco ha podido escapar a la comida rápida, siendo posible comer pizzas, hamburguesas o bocatines a domicilio. Y, aunque no tenemos hoteles, tenemos residencia de ancianos, polideportivo, centro cívico, centro de salud, colegios, instituto, bibliotecas y, sobre todo, capacidad y ganas de crecer. Somos conscientes los lugareños de que nuestro pueblo no posee paisajes andorranos, ni sus calles son las de Florencia, pero sus gentes llanas, sencillas, francas e ilusionadas merecen un respeto. Los tiempos de Bienvenido,Mr. Marshall ya se han terminado y aquí lo sabemos.-
Madrid.
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