El Mérida hunde a un Sporting atemorizado
El Mérida sigue en racha y encadena su tercer triunfo consecutivo. Gana sin convencer -no encandila a su afición, pero tiene el mérito de ir salvando obtáculos y dejando en el fango a rivales directos. Ayer tiró de oficio y paciencia para doblegar a un Sporting blando, ingenuo y tremendamente atemorizado. El Mérida no engaña, no trata de seducir. Enseña pronto el pelo de la dehesa. Tapa debilidades técnicas con orgullo y oficio.El Sporting realizó una aceptable primera parte. Buscó una salida ordenada. Lediakhov y Tomás asumieron responsabilidades y el balón circuló con comodidad. Enfrente, Mariano se enzarzó en una cruzada particular con Lediakhov y el ruso halló un diamante en bruto. Y en estas el Mérida sin enterarse. Pero en situación crítica, los nervios atenazan al Sporting y ni Alex ni Tomás ni Lediakhov pusieron la guinda a tres buenas ocasiones. El Mérida fue una caricatura de equipo, olvidando su filosofía básica. Remiso en defensa, colapsado en el centro y seco en ataque. Su mejor ocasión llegó con un disparo de Marcos desde 30 metros. El Sporting ejerció de dama de la caridad. Movió el balón con soltura, halló espacios pero en el área agotó sus ideas.
El descanso enfrió a Lediakhov y su crisis se extendió al resto. El Mérida dejó ver mejores propósitos, pero el juego siguió mediocre, sin rumbo. Dos o tres acciones individuales de Sinval y poco más. El Sporting se achicó y los balones volaron sobre su área. Así llegó el gol de Sabas.
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