TAMAGOTCHI DORMIDO

Su pasión por los ordenadores ha convertido a Todd Green, un niño británico de 10 años, en el héroe del colegio. Como la mayoría de sus amigos, suele llevar en el bolsillo un Tamagotchi, las mascotas electrónicas que reclaman insaciable atención por parte de sus dueños. Hartos de oír sus lamentos en forma de pitido, los profesores los han prohibido en las aulas del Reino Unido. Hasta que llegó Todd con una solución tan antigua como el juego mismo: hacer trampas. En este caso, se trata de dormir durante el día al cibermuñeco sin "matarlo", retocando su reloj vital. Haciéndole creer que la mañana es la noche, puede dejarlo en casa "satisfecho y sin dar guerra", dice el chico en las instrucciones que ha publicado en The Times. Sin embargo, el éxito ha sido efímero. Su madre metió el objeto silente en la lavadora sin darse cuenta. Pero Todd comprará otro en cuanto ahorre lo suficiente.-