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GESTIÓN

La Comisión de Cuentas decide no aprobar 113 facturas del Español por valor de 420 millones

La Comisión Especial de Cuentas del Ayuntamiento decidió no aprobar, en la reunión del pasado 14 de octubre, 113 cuentas correspondientes a gastos realizados en el Teatro Español durante los últimos cuatro años. Esta comisión, cuya función es dar el visto bueno a los gastos que no se acogen al procedimiento regular que establece la ley, puso reparos a cuentas de este teatro por valor de 420 millones. Para la oposición se trata de la prueba más palpable de que Gustavo Pérez Puig, director del Español, gasta el dinero público con total impunidad y sin control alguno. Los concejales del Partido Popular aducen que se trata de un simple aplazamiento para que, en su día, las cuentas queden aprobadas con todo detalle.

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Entre las cuentas a justificar figuran cantidades que superan los 55 millones de pesetas. Todos estos gastos, las 113 facturas, corresponden a desembolsos originados en la producción artística de obras representadas en el Teatro Español durante los últimos cuatro años. Es decir, decorados, vestuario, programas de mano y publicidad. En la reunión de la Comisión Especial de Cuentas del pasado 14 de octubre se presentaron 568 cuentas a justificar. Un total de 113, las del Teatro Español, quedaron "encima de la mesa" sin aprobar. Los reparos que pone la comisión municipal se refieren a cuestiones de forma, plazo, procedimiento, ordenamiento y presupuesto.Entre los gastos que han originado las producciones del Teatro Español se podrían citar, a modo de ejemplo, los más de 60 millones de pesetas para la escenografía y el vestuario de la obra Carlo Monte en Montecarlo, que dirigió la directora adjunta del teatro y esposa de Pérez Puig, Mara Recatero (en el caso de un teatro nacional, con 30 millones se trataría del presupuesto de una producción artística muy importante). Entre los decorados de la obra había una mesa de caoba, fichas de casino llegadas expresamente desde Montecarlo y dos coches eléctricos que se construyeron específicamente para el montaje. Alguno de los vestidos de la actriz protagonista superaron los dos millones de pesetas.

En la obra que se representa en estos momentos, La venganza de don Mendo, Pérez Puig adjudicó a la firma Hermanos Peris el vestuario de la función por valor de algo más de 13 millones de pesetas. La escenografía se la encargó a la empresa Viuda de López y Muñoz por valor de casi 11 millones de pesetas. Todas estas cantidades de dinero ya han sido abonadas a la empresas adjudicatarias con el visto bueno de la Concejalía de Cultura.

Contratos a dedo

"En el Teatro Español se vulnera sistemáticamente la Ley de Contratos del Estado. Pérez Puig se salta todas las garantías que hay en un Ayuntamiento para asegurar la transparencia en las cuentas públicas. Dentro de la cultura municipal, éste es el mayor problema que existe", denuncia el concejal socialista Rafael Simancas. Y añade una puntualización: "En este caso nadie está hablando de que haya un agujero. Se han aparcado estas cuentas porque no están claras".Uno de las mayores anomalías que la oposición atribuye a la gestión del Teatro Español es que todo se contrata "a dedo" Según la ley, la Administración está obligada a convocar un con curso público para gastos que excedan los dos millones de pesetas, según el concejal de Hacienda. Respecto a esto, el edil de Cultura, Juan Antonio Gómez Angulo, adelanta que, a partir de ahora, las producciones del Español se harán por concurso. "Para que no haya malentendidos, daremos las instrucciones de que, a partir de ahora, se haga todo por concurso", dice Gómez Angulo.

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Para el concejal de Hacienda, Pedro Bujidos, que la comisión haya dejado sobre la mesa las cuentas del Español no es más que un asunto de carácter formal sin importancia. "Yo tomé esa decisión para ver con detalle esas cuentas. Se han quedado sin aprobar porque no tengo interés en aprobar nada que sea dudoso. El interventor ha explicado que no hay nada que haga pensar que el dinero no se destinó a aquello para lo que se aprobó. Estamos perdiendo el tiempo con esto", remacha Bujidos. "La prueba de nuestra fe en esas cuentas", añade, "es que podíamos haberlas aprobado porque tenemos mayoría, no lo hicimos y ahora estaría todo resuelto. Ante la insistencia de la oposición sobre este tema decidimos dejar las cuentas encima de la mesa".

Gómez Angulo es el que estampa su firma en los contratos que salen del Teatro Español. "Las cuentas están aprobadas por Cultura. Si hubiese notado la más mínima anomalía no hubiera autorizado el gasto. El Teatro Español está bien gestionado y no hay nada que ocultar", dice.

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