Una feria de lo más natural

Los alimentos habituales que se compran en los supermercados no son tan saludables como aseguran, sino el resultado de cultivos antinaturales y programados mediante procesos industriales altamente contaminantes. Están cargados de productos químicos y además han sido regados con pesticidas tóxicos. Los cultivos se elaboran a partir de modificaciones genéticas de las especies por las que se puede programar, por ejemplo, hasta la altura y el número de granos que tendrá una espiga de trigo que crecerá a partir de una semilla tratada. Estas son algunas de las advertencias que denuncia Vida Sana, la organización que ha promovido la decimotercera edición de la Feria de la Biocultura en Madrid. La organización prevé un total de 150.000 visitantes hasta el lunes inclusive.En los 450 puestos se exponen todo tipo de alimentos obtenidos de cultivos ecológicos y otros muchos productos elaborados con la idea de tener una vida más equilibrada con la naturaleza.

"Se trata de que la gente sepa lo que consume, para así boicotear los productos obtenidos de procesos antiecológicos, como hacen en Alemania", explicó Montse Arres, portavoz de Vida Sana.

"Los alimentos obtenidos de cultivos antibiológicos pierden muchos de sus componentes naturales. Esto implica un desequilibrio alimenticio que acarrea problemas físicos como la obesidad", explicó Cecile Kraetzer, directora de la tienda de alimentación Luz de Vida. En su puesto expone cinco tipos de lentejas, una bebida de arroz, panes variados, cerveza natural cuyo sabor se diferencia del de las ordinarias al primer sorbo y demás exquisiteces.

Violeta y Maite, de 26 años, deambulaban de puesto en puesto con Alfonso, de 23. Son vegetarianas y se llevaron a su amigo a la feria para que "salga del canibalismo", según explicaron. Lo que más les impactó es el puesto de la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA). Esta organización denuncia el descuartizamiento de novillos vivos en El Batán (tienen un vídeo), las peleas de perros clandestinas en la región (cuyo punto de encuentro puede cambiar media hora antes del combate), así como "las matanzas que se hacen sin cumplir las medidas legales preceptivas", según explicó un portavoz de ANDA.

En la feria también se puede escuchar la música del océano, de un jardín o de un sueño. "Son sonidos para curar enfermedades nerviosas", explicó el californiano Jack Wilken. Su mujer es la autora de la música.

Uno de los puestos más visitados fue el de Shiatsu, una técnica oriental de relajación. "No se trata de relajar por masaje, sino por presión en los puntos de acupuntura", explicó uno de los masajistas.

Feria de Biocultura. Pabellón de Cristal de la Casa de Campo, de 10.00 a 20.00. Precio: 600 pesetas. Abierto hasta el lunes, inclusive.