El presente continuo

"No se puede llegar a la verdad escribiendo historia; sólo los novelistas lo consiguen". Lo dijo Gerald Brenan, que escribió la historia de la guerra de España, y muy bien (El laberinto español). Lo dijo cuando le invitaron a escribir la historia de España en la general de Europa de Oxford. Los historiadores nos cuentan novelas, pero ellos no lo saben. Hablo, principalmente, de los de la derecha cerril, como Carlos Seco o Ricardo de la Cierva: tampoco ellos me creen a mí como ser histórico. O como "ser-en-lahistoria", que diría un hegeliano traductor de alemán.Cuando estudié lo de las fuentes de la historia, ya dudé de que fueran fiables. Poco puede salir de las hemerotecas. Los documentos: véase este Gobierno que encuentra erróneo lo que dijo en una referencia de Consejo de Ministros; rectificado por otro que no muestra un documento de la oficina de Presupuestos (Barea), o que dice que no dijo lo que dijo. Los testimonios: no podremos saber nunca si existió el caso Filesa, ni cómo existió, porque los principales testigos, presidente y vicepresidente del Gobierno y del partido de Gobierno, no se habían enterado. Y una sentencia no cuenta

La idea de Esperanza Aguirre de una sola historia para toda España es demasiado sensata para tenerla en cuenta. Protestan todas las autonomías: tienen su propia historia, que puede ser contradictoria. Y la de España ¿no lo será con respecto a la de Europa? Yo he visto conmemorar Trafalgar en España, Inglaterra y Francia como si todos hubieran ganado.

La historia contemporánea no es la global, ni la autonómica: es la individual. Hay cuarenta millones de historias de España. Cada uno no quiere que se cuente la de los demás. Oigo que no hay que hablar de los cuarenta años de Franco "porque los jóvenes ni siquiera saben quién fue". ¿No será, precisamente, un motivo para enseñarles ese horror? En cuanto a la historia del verdadero pasado -Franco es un presente continuo-, cada uno la aprendió en época distinta, con profesor distinto; y ha leído libros diferentes, de historiadores y de novelistas y de cronistas. La historia no es una ciencia: es una revisión, una interpretación continua. ¿Puede unificar la de España una comisión de historiadores actuales? No; pero tampoco cada grupo de historiadores autónomos.