Irak bloqueó y destruyó los equipos de vigilancia de la ONU mientras reclamaba una negociación
Irak destruyó e inutilizó los equipos técnicos de vigilancia de Naciones Unidas instalados en algunas bases y fábricas militares mientras reclamaba la solidaridad de la opinión pública internacional y exigía una salida negociada a la crisis abierta por los obstáculos puestos a las misiones de inspección. Estas inesperadas acusaciones, reveladas en Nueva York y confirmadas en Bagdad, amenazan con complicar las negociaciones y el diálogo que desde hace dos días mantienen en la capital iraquí los emisarios de la ONU con los miembros del Gobierno de Sadam Husein
En los últimos días, las autoridades iraquíes han escondido e inutilizado los equipos técnicos de vigilancia que los expertos de la ONU habían instalado durante los pasados meses en diferentes industrias armamentísticas y bases militares para controlar la no fabricación de ingenios prohibidos.Algunas cámaras de control remoto de la televisión fueron desenfocadas, otras bloqueadas con luces o lentes, pero en ciertos casos quedaron destruidas o desplazadas del lugar que habían sido colocadas previamente, incumpliendo de esta manera las indicaciones y resoluciones de la ONU, que señalan de forma clara que sólo pueden moverse con el correspondiente permiso de los técnicos internacionales.
Todas estas anomalías fueron reveladas en la madrugada del pasado miércoles en Nueva York, en un informe dirigido por Richard Butler, responsable de la misión de la ONU en Irak, al secretario general, Kofi. Annan. En opinión de este experto los equipos de vigilancia se habían movido o bloqueado por razones concretas y aventuraba la posibilidad de que la falta de control hubiera permitido a los expertos iraquíes fabricar o almacenar armas biológicas, o simplemente equilibrar o manipular los giroscopios de los misiles.
"Es un asunto serio. Se ha actuado para hacer algo", afirmó Butler, consciente de que estas declaraciones suponían un jarro de agua fría en las negociaciones que pocas horas antes habían iniciado en Bagdad los tres emisarios de Annan, en un nuevo intento de sacar al país dé la crisis y hacerlo entrar en una vía de diálogo y justo en un momento en el que parecía haberse alcanzado un clima de distensión.
[El vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, advirtió ayer en Washington que su país "se asegurará de que [Sadam Husein] cumpla" con todas las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas desde 1991. "Tiene que saber",'dijo Gore, "que debe cumplir con la voluntad de la comunidad internacional, tal como está expresada en las resoluciones de la ONU, que algunos, nosotros incluidos, nos encargamos de hacer que lleve a la práctica". El vicepresidente insistió en que Washington no descarta ninguna opción para cumplir con ese propósito, informa Reuters.]
El régimen de Bagdad no tardó en responder a las acusaciones de la ONU. Ayer, en una carta dirigida a Annan reconoció haber efectuado estos "cambios" o "manipulaciones", pero alegó que trataba de preservar y proteger el material de vigilancia de un posible ataque de los aviones o misiles norteamericanos, tal y como sucedió en 1991 cuando los proyectiles de EE UU alcanzaron la base de El Nida.
Por si no bastara, Irak justificó lo injustificable al afirmar que la destrucción de algunas cámaras de control remoto de la fábrica de Al Moatasem habían sido dañadas involuntariamente como consecuencia de la explosión accidental de un motor de un misil Babel, un tipo de proyectil no prohibido, mientras se estaban efectuando unas pruebas rutinarias.
Críticas de Bagdad
El informe y las opiniones de Butler fueron duramente criticados ayer por Irak. El propio viceprimer ministro, Tarek Aziz, afirmó que el expediente constituía una nueva maniobra política con la que se trata de aumentar la "escalada de la tensión" e impedir el diálogo.El escándalo de las cámaras ha complicado las negociaciones que mantienen desde hace dos días en Bagdad la misión de la ONU y el Gobierno iraqui. El inicial optimismo del jefe de la delegación diplomática, el argelino Lajdar Brahimi, parece haber remitido en las últimas horas, según se desprende de sus lacónicas declaraciones en las que hace referencia a enigmáticas "dificultades".
Los rumores se han disparado nuevamente, mientras tanto. Se habla de una posible operación militar contra Irak por parte norteamericana. Ayer un periódico turco, que recogía unas declaraciones de su primer ministro, Mesut Yilmay, aseguraba que Estados Unidos había pedido permiso para utilizar la base aérea de Incirlik, donde habrían llegado en las últimas horas diversos aviones F-16, para hi potéticamente bombardear el país vecino. La información fue categóricamente desmentida por el portavoz del Departamento de Estado.
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