Pujol advierte que sólo puede garantizar su respaldo al Gobierno hasta final de año

Jordi Pujol manifestó ayer tarde en Ávila que su deseo es mantener la colaboración con el Gobierno hasta finalizar la legislatura, pero precisó que, ahora mismo, sólo asegura la estabilidad hasta final de año, porque para garantizarla a partir del primer trimestre de 1998 debe mantener antes un nuevo encuentro con el presidente del Gobierno. Másconmedido que Joaquim Molins, Pujol precisó: "Hay puntos en los cuales hay fricciones y, si no se atajan, se van acumulando, haciendo una bola de nieve y se llega a una situación... que no cabe descartar".

El presidente catalán dijo que, de los asuntos pendientes tras la última reunión con Aznar -"la financiación del déficit sanitario, el traspaso de las competencias de tráfico, la reforma en un sentido más autonómico de la ley del suelo, y la ley de puertos"- algunos "crujen" y por eso "conviene cuidarlos", como la financiación autonómica relacionada con Cataluña. "Nos dimos hasta finales de año para ver si éramos capaces de sacarlos adelante", añadió el líder de CIU, que participó ayer en Ávila en un homenaje al filósofo José Luis López Aranguren.La cita será "por Navidad o Reyes". "Nos volveremos a ver para hacer un balance y analizar cómo han ido las cosas" y "ver si estamos en condiciones de seguir adelante", agregó Pujol, quien aludió a las manifestaciones del portavoz parlamentario de CiU, para acotar el alcance de las advertencias al Gobierno: "Molins dijo que era deseo nuestro que las dos legislaturas que se juegan deben llegar al final".

Ahora bien, Pujol reconoció que "hay puntos en los cuales hay fricciones y si no se atajan, se van acumulando, haciendo una bola de nieve y se llega a una situación... que no cabe descartar [pero] nuestro deseo es que no haya elecciones en Cataluña hasta 1999, y entendemos que lo lógico sería que en España se agotase la legislatura, pero en Cataluña no podemos dar garantías de nada porque estamos en minoría".

Pujol destacó el papel de CiU en la buena situación económica por la que atraviesa España. "Sin nuestra contribución esto no hubiera sido posible" de cara a entrar "con buen pie en Europa, porque no hemos sido un freno, sino un acicate", y añadió que a pesar de algunas quejas de los nacionalistas catalanes sobre la tramitación de los Presupuestos Generales, éstos "se van a aprobar con el único voto decisivo; porque hay votos que ayudan, pero el único decisivo es el de CIU".

Además, advirtió a los periodistas que de sus palabras "se pueden dar siete u ocho versiones distintas, desde la más positiva del entendimiento con el Gobierno hasta la versión de roces y "desacuerdos". Y aceptó que hay mensajes contradictorios: "Si ustedes analizan mis declaraciones, las de Molins, las del secretario general de CDC, Pere Esteve, o de Duran Lleida o Trías, el consejero de Presidencia, y ven lo que hacemos, se puede interpretar así o asá". Pero los hechos cantan: "¿Es que el Gobierno ha corrido alguna vez peligro en algo importante?. ¿Es que alguien piensa que lo fundamental, la aprobación de los Presupuestos, está en peligro?", zanjó.

El Gobierno, mientras, cree que su estabilidad está asegurada y apuesta por mantener la legislatura durante 1998, más allá de la entrada de España en la moneda única. El portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, se hizo eco ayer de esta tesis al señalar que llegar y mantenerse en Maastricht será fruto del esfuerzo de todos los españoles y responsabilidad de todos los partidos".

El Gobierno cree que las críticas de sus socios se deben a conflictos pasajeros e inevitables, pero que "lo que cuenta al final son los hechos, no las declaraciones".