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El "equipaje" castellano

José Bono andaba exultante al acabar la sesión, recibiendo parabienes por su discurso, en el que comenzó recordando que el paraninfo, donde hoy reposan los restos de Gacilaso, fue un día "inclusa y cuartel, cárcel y Facultad de Teología, asilo de mujeres frágiles y sede de la Inquisición".Reconoció luego que el equipaje" de los castellano-manchegos incluye "tolerancia e inquisición, materialismo y espiritualidad, iglesia y zoco, culto e ignorancia".¿Pero es cierta la leyenda de tolerancia de Toledo? ¿Es posible pasar del Santo Oficio a Saramago?, se preguntó. La respuesta fue una frase del escritor que resume su obra: "Meditación sobre el error",.

España es hoy el "provechoso resultado" de esa meditación, dijo Bono. Del rey abajo, todos: "¡Qué distancia hay entre aquel rey -el bisabuelo de vuestro bisabuelo, príncipe Felipe [Fernando VII]-, que en los comienzos del XIX calificó al constitucionalismo de suprema maldad, al actual, su padre, que defendió la Constitución frente a unos salvapatrias valentones!"

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Luego miró al "señor obispo" -"Ya no hay pueblos elegidos por Dios, ni razas superiores, ni mujeres sin alma"-, abominó de banderas y fronteras -"Se empieza levantando un estandarte, se examina después el color del pelo, la piel o el RH, y ya sabemos cómo se acaba", y reivindicó la memoria y la pérdida de respeto a los intransigentes para revitalizar la política estancada".

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