"Se está avanzando mucho en la tecnología para gestionar el plutonio"
Qué hacer con el plutonio procedente del desmantelamiento del arsenal nuclear y de las centrales atómicas es, hoy por hoy, uno de los mayores quebraderos de cabeza de científicos y gobiernos del mundo entero. Sin embargo, estudios recientes sobre el comportamiento de este elemento, uno de los de mayor biotoxicidad de los originados por la actividad humana, apuntan que la tecnología disponible podría resolver su confinamiento en condiciones de seguridad. Jordi Bruno, químico analítico formado en Barcelona y Suecia y especializado en la química de los actínidos (serie de elementos a la que pertenece el plutonio), sostiene que enterrar el plutonio en medios geológicos estables es una solución viable técnicamente, aunque quizá todavía no desde un punto de vista social. Bruno, que dirige una de las pocas empresas españolas de gestión de residuos, estuvo recientemente en Los Álamos, (EE UU), para participar, como experto en el comportamiento del plutonio' en la primera conferencia internacional sobre el futuro del plutonio.Pregunta. Su actividad principal es la de consultor en gestión de residuos nucleares. ¿En qué consiste su trabajo?
Respuesta. Un consultor en este campo es alguien capaz de transferir los conocimientos y la tecnología generados en las universidades o centros de investigación a las empresas industriales o a los organismos de gestión de residuos. Debido al gran desarrollo científico y tecnológico que se ha dado en este campo para intentar hallar una estrategia de gestión segura, gente como nosotros, surgida de la universidad, podemos facilitar la transferencia. Nosotros nos hemos especializado en la gestión de residuos nucleares de alta actividad.
P. ¿Cómo definir este tipo de residuos?
R. Los residuos de alta actividad son los que proceden de las centrales nucleares y los derivados del proceso de desarme. Estamos hablando fundamentalmente de plutonio. Nuestra empresa participa en ambas vertientes, aunque puede intervenir en el desmantelamiento de una central o en el caso de accidente..
P. ¿Qué problemas técnicos presenta el proceso de desarme?
R. Se ha avanzado mucho. Por ejemplo, en el caso de las cabezas de misiles nucleares, se dispone de la tecnología adecuada para desarmarlos, un problema hasta ahora extraordinariamente complejo. En Los Álamos existe un laboratorio en el que colaboran rusos y estadounidenses, dedicado a conseguir hacerlo de forma rutinaria.P. Con ello se extrae el plutonio de las cabezas nucleares. ¿Pero qué hacer con él una vez extraído?
R. Se discute sobre la base de tres estrategias. En primer lugar, el plutonio es, a pesar de todo, un recurso energético importante que sería lastimoso no aprovechar, según un destacado núcleo de investigadores. Por ello propugnan su uso como elemento de fisión en los reactores nucleares para obtener uranio 135. Una segunda opción, impulsada por Francia y Japón, es crear combustibles de alto nivel energético con óxidos de uranio y plutonio (MOx). Al menos tres centrales francesas funcionan ya con este tipo de combustible. La tercera, por la que me inclino, consiste en enterrar lo que no sea necesario.
P. ¿Qué significa "que no sea necesario"?
R. A pesar de que las dos primeras propuestas sean discutibles, hoy por hoy no podemos prescindir de las centrales nucleares. Por tanto, es factible mantener una cierta cantidad de plutonio para su uso en los reactores para fisionarse con el uranio o para combustible MOx. El remanente no utilizable de plutonio debe esterilizarse y tratarse como residuos de alta actividad: enterrándolos a 500 o 600 metros de profundidad en una formación geológica estable.
P. Esta solución, sin embargo, tampoco parece la más segura.
R. Con la tecnología disponible, nuestra generación tiene el deber moral de tomar decisiones. Las más factibles pasan por el enterramiento en formaciones geológicas estables a alta profundidad, especialmente graníticas o arcillosas. Otra, todavía no practicable desde el punto de vista de política internacional, sería enterrarlos en sedimentos a baja profundidad en fosas marinas.
P. ¿Por qué estas opciones son las más interesantes?
R. El conocimiento adquirido respecto a la movilidad del plutonio en los sedimentos marinos indica que difícilmente va a salir a la superficie una vez enterrado. Por el contrario, el plutonio tiende a quedar localizado en el punto de vertido. Por otra parte, el sellado de los residuos en contenedores especiales colocados en túneles a gran profundidad que se rellenan con materiales adecuados, ha demostrado ya su eficacia,
P. ¿La reunión celebrada en Los Álamos ofreció resultados significativos?
R. El primero, tal vez el más significativo, es la colaboración entre científicos norteamericanos y rusos tanto en el proceso de desarme como en la gestión del plutonio. También, como ya he dicho, la puesta en marcha de estrategias de reutilización del plutonio. Y, en el caso de España, el reconocimiento de una trayectoria en investigación y desarrollo que ha llevado a algunos grupos a la vanguardia internacional, como en geoquímica de los actínidos.
P. ¿Qué aportaciones se han hecho en este campo?
R. Investigamos el comportamiento del plutonio y de otros actínidos en la naturaleza. El plutonio es un producto antropogénico que se ha convertido en abundante y disperso en el medio desde el Proyecto Manhattan. Por lo que hemos visto, el plutonio se mueve poco una vez ha salido de la fuente debido a su química: forma el tetrahidróxido de plutonio, un elemento muy insoluble y con mucha tendencia a asociarse con cualquier sustrato. Es prácticamente autoadhesivo. En estas condiciones, tiende a asociarse a las partículas que se depositan en los fondos marinos, donde queda fijado. Los flujos naturales impiden su dispersión y lo concentran en las grandes profundidades. Este mismo fenómeno se, ha observado en los reactores naturales de Oklo, en Gabón, donde hace 2.000 millones de años se produjo fisión natural y se generó plutonio. Las trazas de plutonio se hallan cerca de donde estaban los reactores. Por tanto, si se minimiza la degradación de la matriz donde se encapsula el plutonio como residuo, habremos solucionado gran parte de los problemas y reduciremos su potencial de interactualización con el medio.
P. Más allá de propuestas y resultados, parece que la industria nuclear va a dejar de existir en poco tiempo si se avanza en el desmantelamiento del arsenal nuclear, dejan de construirse centrales y se clausuran antiguos complejos y reactores.
R. En el mundo desarrollado ya no se contruyen centrales, pero sí en el mundo en desarrollo. Pero es cierto: en una generación probablemente dejarán de existir, al menos como las conocemos ahora. Debemos plantearnos, en todo caso, hasta qué punto podemos prescindir totalmente de la industria nuclear.
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