Nueva York acude hoy a las urnas para reelegir al primer alcalde republicano en sesenta años
Rudolph Giuliani recorría ayer frenéticamente Nueva York en un autobús de propaganda electoral, en un último esfuerzo para asegurar que, en las elecciones municipales de hoy, se convertirá en el primer alcalde republicano de esta ciudad tradicionalmente demócrata que consigue la reelección desde que lo hiciera Fiorello LaGuardia, a finales de los años treinta. Su oponente, Ruth Messinger, está derrotada de antemano, a tenor de todos los sondeos."¡Hola, soy Ruddy! ¿Cómo va todo?", decía el alcalde a los atareados neoyorquinos que saludaba en las frecuentes paradas de su autobús. La ríespuesta solía ser, y no por cortesía: "Bien, ahora me siento más seguro que hace cuatro años". La reducción a la mitad de la delincuencia es el gran capital con el que Giuliani se presenta a la reeleción.
Pero el gran temor del alcalde es que, ante el convencimiento de que su victoria será muy amplia, sus partidarios se despreocupen hoy de acudir a los colegios electorales. Así que insistía: "¡No deje de votar, OK!".
El viernes, la celebración nocturna de Halloween, esa fiesta en que niños y grandes se disfrazan de monstruos y se lanzan a las calles, fue la menos violenta en la Gran Manzana en toda esta década. El domingo, la lluvia no impidió una alta participación en la maratón de Nueva York. Ayer, Wall Street abrió la semana a la alza, comenzaron los desfiles de Calvin Klein, Carolina Herrera, óscar de la Renta y los otros grandes de la moda neoyorquina y se ultimaron los detalles para la inminente apertura de una retrospectiva sobre Andy Warhol. Nueva York está como nunca.
El presidente Bill Clinton estuvo en la ciudad el domingo por la tarde, apoyando la candidatura de Messinger, pero, como precisaron sus portavoces, lo hizo "por lealtad personal". Un paro muy superior al resto de Estados Unidos, la mala calidad de las escuelas públicas y la delincuencia juvenil son algunas de las lacras de Nueva York que Giuliani no ha extirpado. Resulta muy significativo en cualquier caso que Clinton apoyara a la demócrata Messinger, pero no pronunciara una sola palabra en contra de Giuliani.
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