Los islamistas boicotean las legislativas en Jordania

Más de 500 candidatos se disputarán hoy en Jordania los 80 escaños de la Cámara de los Diputados en las terceras elecciones legislativas pluripartidistas celebradas en este país, después de las efectuadas en 1989 y 1993. En estos comicios no participarán los principales partidos de la oposición, entre los que se encuentra el Frente de Acción Islámica (FAI), el brazo político de los Hermanos Musulmanes, la organización más influyente e importante del país, quienes en 1983 estuvieron presentes en el Parlamento con 22 escaños y en el actual con 17 miembros. Los Hermanos Musulmanes llegaron incluso a tener cinco ministros en el Gobierno.

La decisión de los islamistas de no participar en estos comicios legislativos fue decidida hace varios meses para protestar por las nuevas leyes electorales, que favorecen a los partidos gubernamentales y a las minorías, pero también para mostrar su desconfianza con la vida parlamentaria del país, obstaculizada como consecuencia de una paralización del proceso de democratización de Jordania impulsado desde hace más de diez años por el propio rey Hussein.

En los círculos de la oposición se asegura que el "parón democrático" de Jordania obedece a una estrategia del Gobierno, que ha optado por la establización del país frente a una hipotética democratización. Pero además, según estos círculos, el poder trata de impedir un debate abierto y público en el seno del Parlamento sobre cuestiones tan importantes y delicadas como la sucesión del propio rey Hussein o el acuerdo de paz suscrito con Israel en 1994.