Pujol pidió a sus consejeros que rechazaran toda propuesta del Gobierno por "precaución"

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, afirmó anoche que la circular interna en la que pide a sus consellers que rechacen por sistema los decretos que reciban del Gobierno es una medida "de precaución" para evitar la aplicación del "silencio administrativo".

Pujol ha enviado una circular interna a sus consejeros en la que les ordena que cada vez que reciban un proyecto de decreto del gobierno central respondan en un plazo máximo de siete días diciendo que no están de acuerdo con su contenido, vista la forma como actúa el Gobierno o algunos de sus ministros" en casos como el decreto ley para la reforma de la enseñanza de las Humanidades, impulsada desde el Ministerio de Educación.

"Evitar jugadas"

"Hemos de evitar que nos hagan jugadas como la del citado decreto", rezaba el escrito enviado a los consejeros de la Generalitat. La "jugada" a la que aludía el presidente catalán se refería a la respuesta del PP cuando su socio parlamentario mostró su rotunda oposición a las modificaciones introducidas por el departamento que dirige Esperanza Aguirre. El Gobierno central adujo que el decreto ley estaba en manos del consejero de Enseñanza de la Generalitat desde hacía dos semanas sin que éste hubiera dado una respuesta negativa.Tras pronunciar una conferencia en Vic (Barcelona), Pujol explicó anoche a los periodistas que la circular "es simplemente una medida de precaución muy elemental, que quizás tendríamos que haber adoptado antes, y a la que tampoco se le tiene que dar ningún dramatismo ni importancia especial".

Pujol ha explicado que decidió enviar esta circular "porque no sabemos cuándo la gente del Gobierno considera que el silencio administrativo les da derecho a preguntarnos si estamos o no de acuerdo" con sus propuestas.

La circular había desatado las críticas de toda la oposición en el Parlament. El presidente del Grupo Popular, Alberto Fernández Díaz, aseguró que el escrito demostraba la escasa confianza de Pujol hacia su equipo de Gobierno, mientras que el socialista Joaquim Nadal manifestó que el presidente catalán se ha convertido en "una parodia de sí mismo".