El fiscal de Wiesbaden acusa a los etarras alemanes de preparar un atentado
La fiscalía de la ciudad alemana de Wiesbaden acordó ayer elevar acusación formal contra Renate Schubbert y su compañero Gary Siemund, de 33 años los dos, por presunta "preparación de un atentado con explosivos y apoyo a ETA al haber alquilado una vivienda en Madrid". Por estos delitos, tipificados en la ley alemana de control de armas, podrían ser condenados a una pena de hasta diez años de cárcel.
Renate Schubbert y Gary Siemund se vieron implicados en una explosión fortuita ocurrida en un piso del barrio de La Concepción, en Madrid, el pasado 12 de abril y se encuentran en prisión preventiva en Francfort a la espera del proceso. Según estimaciones de la fiscalía de Wiesbaden, la causa oral contra ambos podría prolongarse durante meses porque la defensa tiene todavía posibilidades de recurrir el procesamiento.La fiscalía alemana estima diferencias en el grado de participación de los dos acusados y considera que Schubbert alquiló entre el pasado 10 de febrero y el 3 de abril una vivienda "que sirvió de refugio al menos a tres terroristas de ETA", así como "para instalar un depósito de armas y explosivos y para preparar atentados con éstos".
Schubbert y Siemund proceden de la subcultura izquierdista de Wiesbaden, aunque carecían de antecedentes penales o policiales en Alemania y no se en contraban vinculados a grupos terroristas en este país. Encandilados con los movimientos de liberación nacional en América Latina, concluyeron sus sueños de la revolución pendiente en un piso madrileño alquilado para ETA.
Tras conocerse sus conexiones con ETA, Siemund, que trabajaba como gasolinero, se entregó a la policía en Wiesbaden y se negó a declarar. A su vez, Schubbert tardó en entregarse a la policía, que llegó a ofrecer una recompensa de 10.000 marcos (unas 850.000 pesetas) para quien facilitase datos que sirviesen para su detención.
La decisión de la fiscalía de Wiesbaden de elevar acusación contra los dos presuntos colaboradores de ETA contrasta con las primeras reacciones ante el caso por parte del mismo organismo.
En un primer momento, en efecto, la fiscalía se mostró desbordada por completo. ante el caso y reconoció no tener casi idea de lo que es y supone ETA. Este órgano judicial llegó incluso a no oponerse a la petición del defensor de Siemund de que fuese puesto en libertad. Sin embargo, la intervención de la Audiencia Nacional española valió para que un juez de Wiesbaden decretase la continuación de su prisión preventiva.
La fiscalía dejó caro en su día que no podía acusar a Schubbert y Siemund de pertenencia a una organización terrorista porque ETA no actúa en Alemania. Tampoco podía concederse su extradición a España porque la Constitución alemana no lo permite.. La única vía posible para conseguir el procesamiento de los dos jóvenes era convencer a la fiscalía de su participación en el alquiler del piso del comando Madrid.
Un portavoz de la fiscalía de Wiesbaden comentó ayer a este periódico que espera la presencia de testigos de España si se llega a la causa oral contra los dos acusados. En ese sentido, un portavoz de Interior declaró que funcionarios españoles declararán si es necesario.
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