Los clanes gallegos de la droga, en el punto de mira

Una vez mas, todas los indicios hacen pensar a los investigadores que detrás de este descomunal alijo perdido está alguno de los más importantes clanes gallegos del narcotráfico. Éstos, ante la presión policial desatada en Galicia, habrían decidido trasladar su base de operaciones a las costas de Asturias, concretamente a la ría del Eo, que hace de frontera natural entre ambas comunidades autónomas.

A finales de septiembre, una de estas bandas de narcos gallegos consiguió desembarcar cerca de cinco toneladas de cocaína en aguas próximas a Asturias y esconder la mercancía en un acantilado del término de Tapia de Casariego. En aquella ocasión, los planes de los traficantes quedaron desbaratados debido a que los encargados de recoger la mercancía despertaron las sospechas con su trasiego por la zona. Sin embargo, el recuento de los fardos -todos ellos numerados- permitió descubrir que faltaban unos 80, que probablemente habían sido ya ocultados por los delincuentes antes de ser descubiertos.

El delegado del Gobierno en Asturias, Fernando Fernández Noval, reconoció en aquella ocasión que detrás del desembarco se halla un capo que ya estuvo condenado por el juicio de la denominada Operación Nécora.

Lluvia y niebla

Fuentes de la investigación señalan que tras el último desembarco de droga del pasado fin de semana pueden estar también los jefes del narcotráfico gallego. Pero no pueden asegurarlo porque éste era uno de los objetivos que pretendían al intentar controlar en tierra los canales por los que discurría la mercancía.Algunos de los que participan en la operación policial albergaban esperanzas de lograr alguna pista que permita localizar la droga perdida. Ayer tarde no había el menor indicio de que se mantuviera en pie el dispositivo de controles de carreteras establecido horas antes en la franja fronteriza de Lugo con Asturias, informa

La zona se hallaba anoche bajo una intensa lluvia y con una densa niebla y los vecinos de la comarca aseguraban que no habían observado ningún despliegue especial de policías ni guardias civiles. En las aguas próximas a la ría del Eo tampoco era visible ningún movimiento de aduaneros.

El jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Asturias, teniente coronel Pedro Laguna Palacios, declaraba ayer en La Nueva España: "Nuestra costa no es apta para el desembarco clandestino [de droga] por ser muy acantilada y carecer de comunicaciones apropiadas entre las calas y la red general de carreteras". Sin embargo, los narcos no opinan lo mismo.