Bayo reconoce ante el juez dónde se torturó a Lasa y Zabala
El ex cabo de la Guardia Civil Felipe Bayo Leal, procesado en el caso Lasa-Zabala, recorrió y reconoció ayer las dependencias del palacio de La Cumbre de San Sebastián en las que los dos presuntos etarras estuvieron detenidos y fueron torturados en 1983, después de ser secuestrados en Francia. Bayo dejó impresiona dos a todos por su "excelente" memoria ya que la descripción que realizó de las distintas de pendencias, en las que supuesta mente estuvieron José Ignacio Zabala y José Antonio Lasa, coincidía con los huecos que hay en el semisótano del palacio.El abogado de las familias Lasa y Zabala, Iñigo Iruin, calificó de "altamente positiva" la diligencia. "La inspección ocular ha contribuido a dar validez, verosimilitud y credibilidad al testimonio de Felipe Bayo", indicó Iruin. Por contra, el letrado Jorge Argote, defensor del general Enrique Rodríguez Galindo, desautorizó los testimonios de Bayo y del policía nacional Ángel López Carrillo y dijo que la diligencia fue "contradictoria" y "de chiste".
Bayo y su compañero Enrique Dorado, que se negó a abandonar la prisión para participar en la diligencia, están procesados como supuestos autores del secuestro, torturas y asesinato de Lasa y Zabala.
La inspección del palacio de La Cumbre se ha llevado a cabo gracias a que el ex cabo Bayo cambió en agosto su versión inicial y, tras declararse inocente, implicó en los hechos al general Enrique Rodríguez Galindo, al ex gobernador de Guipúzcoa Julen Elgorriaga, y al ex secretario de Estado Rafael Vera.
El abogado Iñigo Iruin, después de permanecer más de una hora en el palacio, salió satisfecho de las dos inspecciones oculares que realizaron el procesado Bayo Leal y el testigo Angel López Carrillo. "Catorce años después de haber sucedido los hechos, los dos han identificado claramente las diferentes dependencias en las que estuvieron secuestrados y fueron interrogados José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala", dijo.
El palacio de La Cumbre, deshabitado durante años, fue restaurado para convertirse en residencia del gobernador civil de Guipúzcoa y actualmente del subdelegado del Gobierno Eduardo Ameijide. Los lugares en los que, según Bayo, fueron interrogados Lasa y Zabala se han reconvertido en una sala de billar y en unas cocinas. El ex guardia civil declaró que dejó los carnés de los dos presuntos etarras sobre una mesa y que fueron recogidos por el capitán Ángel Vaquero. Los presuntos etarras fueron secuestrados en Francia y sus esqueletos se descubrieron 12 años después, olvidados en el cementerio de Alicante.
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