El Supremo obliga a 27 ex concejales de Móstoles a devolver 32 millones

La corporación mostoleña del mandato pasado (11 concejales del PSOE, 5 de Izquierda Unida, 10 del PP y 1 del CDS) tendrá que devolver 32 millones de pesetas a las arcas municipales. El motivo es una sentencia del Tribunal Supremo que anula las " subvenciones" que los grupos políticos se autoconcedieron en el primer pleno de aquel periodo municipal, en julio de 199 1.El colectivo Los Verdes del municipio interpuso entonces un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) al considerar que existía "malversación de fondos públicos y prevaricación por parte de los ediles mostoleños". La Sala de lo Contencioso-administrativo dio la razón a los ecologistas en 1993 y paralizó la percepción del dinero, asunto que fue recurrido de inmediato por la corporación.

Ahora, el Tribunal Supremo refrenda la decisión del TSJM y condena a los antiguos concejales a reintegrar los 32 millones de pesetas, que se repartieron de la siguiente manera: 9,5 millones el PSOE, otros tantos el PP, algo más de 7 millones Izquierda Unida y 5,5 el único concejal del CDS. Cuatro de los ediles han repetido en el actual mandato: Alfonso García, concejal de Hacienda, por el PSOE, y Alejandro Utrilla, Esteban Parro y Natividad Perales, por el PP.

El Tribunal Supremo reincide en el dictamen del Superior de Justicia: "Los concejales de las corporaciones locales pueden percibir retribuciones o remuneraciones cuando desempeñan el cargo con dedicación exclusiva, indemnizaciones por los gastos ocasionados por el ejercicio del cargo y asistencias a las sesiones de órganos colegiados (plenos y comisiones informativas)". Es decir, es iegal percibir dinero por otros cauces, ya que la ley no prevé subvenciones de forma fija y continuada y cantidades anuales previamente determinadas, al margen de la asistencia o no a las sesiones, "que es lo que el acuerdo impugnado reconoció", según el fallo. Los ediles socialistas se exculparon en el juicio diciendo que no habían tocado ni un duro de la "subvención". El resto se las ingenió para justificar con facturas el dinero cobrado.