Yeltsin asegura que el cambio democrático en Rusia es ya irreversible

El cambio democrático en Rusia es ya irreversible, asegura el presidente Borís Yeltsin en una entrevista publicada en el diario Segodnia. A sus 66 años, el líder del Kremlin recuerda los acontecimientos de hace una década, cuando fue defenestrado de la cúpula del partido comunista por Mijail Gorbachov. La clave de la transformación histórica que ha sufrido el país, señala, es que "ahora la acción del Estado se determina por el pueblo, mediante elecciones presidenciales".

Yeltsin se presenta en la entrevista como el héroe solitario que fue capaz de desafiar en un pleno del Comité Central al por entonces todavía omnipotente aparato del partido comunista. "Mi salida a la tribuna no fue resultado de un impulso del momento o un acto emocional, sino el resultado de largas reflexiones", afirma. "Para mí era obvio que la perestroika sólo podía tener sentido si afectaba al partido".El desarrollo de ese pleno hizo que perdiese la esperanza en la regeneración del PCUS, "ya que se abrió un abismo entre la cúpula y la base", y la gente se tomó en serio las promesas del poder y "exigía cambios de verdad". Ahora, asegura Yeltsin, las cosas son muy diferentes y la crítica es "un derecho de cada persona, de cada partido".

En el otro extremo del espectro político, el líder comunista Guennadi Ziugánov, ha vuelto también la vista atrás, aunque en este caso no para recordar sus propias hazañas, sino las de sus abuelos ideológicos. Así, recorrió el pasado sábado, en procesión casi religiosa, los lugares claves de la toma del poder por los bolcheviques en octubre de 1917 (noviembre en el actual calendario). En la actual San Petersburgo -rebautizada como Petrogrado antes de ser Leningrado -lanzó un mensaje conciliador:"Vivimos una nueva era y debemos evitar levantamientos revolucionarios".

Ziugánov no pudo evitar la nostalgia por el paraíso perdido: "Fue un sistema único y destruirlo, como hicieron Yeltsin y Gobachov fue un crimen."