La Generalitat advierte al Gobierno que 'pagará muy caro' el plan de humanidades

La Generalitat de Cataluña aprieta y el Gobierno central afloja. El consejero catalán de Enseñanza, Xavier Hernández, pegó ayer un tirón a la cuerda del enfrentamiento entre ambos Ejecutivos por el plan de enseñanza de humanidades de la ministra de Educación, Esperanza Aguirre. "Lo van a pagar muy caro, porque las burlas son las burlas". A esta advertencia añadió otra, como socio parlamentario del PP: "El apoyo de CiU a la gobernabilidad del Estado tiene unos límites que se sitúan por encima de cualquier ataque a Cataluña". La ministra tuvo que salir a templar el ambiente con unas declaraciones a TVE en las que dijo que el proyecto aún puede modificarse a sugerencia de las comunidades.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se refirió al conflicto ante 250 altos ejecutivos, profesores de universidad y profesionales que participaron en un debate sobre el futuro de Cataluña. "Hemos de rechazar que nos quieran imponer una determinada visión única, particular y muy sesgada, de la historia de España".Las referencias del Xavier Hernández a una eventual retirada del apoyo de Convergéncia i Unió (CIU) al Gobierno de José María Aznar son relevantes teniendo en cuenta dos hechos: el consejero no ha movido un dedo en esta crisis sin el impulso y el pleno apoyo de Pujol; en segundo lugar, si Aznar cayera en el Parlamento nacional por decisión de CiU, Pujol correría la misma suerte en la Cámara catalana, ya que el PP le dejaría en minoría.

Los nacionalistas catalanes han dejado claro que su respuesta, en el caso de que el plan de humanidades siga adelante sin modificaciones sustanciales, será similar a la desobediencia civil. Josep Antoni Duran Lleida, presidente de Unió Democrática de Catalunya, pidió al Gobierno que retire o modifique el proyecto, pero añadió: "No obstante, que hagan lo que quieran, porque nosotros respetaremos, pero no acataremos la decisión".

Contenidos mínimos

El proyecto que ha armado semejante revuelo es un real decreto de contenidos mínimos, comunes para todo el país, en Lengua y Literatura y en Geografía e Historia de enseñanza secundaria obligatoria (ESO, 12-16 años). El Estado fija los contenidos para el 55% del horario en las comunidades con lengua propia y el 65% en las demás. El resto queda sujeto al criterio de las comunidades, que además se encargan de adaptar y desarrollar el currículo nacional, ya que sus epígrafes son actualmente muy generales.La propuesta de Aguirre, incluida en el denominado Plan de Mejora de la Enseñanza de las Humanidades, consiste en la enumeración exhaustiva de los contenidos, aunque no conlleva ninguna alteración de planes, horarios, asignaturas o libros de texto, según la ministra. La crisis estalló el pasado miércoles, cuando Aguirre presentó su plan sin haberlo consensuado con las comunidades.

Los nacionalistas catalanes, vascos, gallegos y canarios, además de la oposición socialista, han puesto el grito en el cielo por el enfoque "unitarista" de la historia de España que contiene el proyecto de Aguirre, a la que también acusan de usurpar competencias autonómicas al desarrollar los contenidos mínimos de una forma que consideran abusiva.

El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, declaró a Servimedia que el Ejecutivo vasco "va a hacer valer sus derechos" y no consentirá que "haya una sola forma de contar la historia". Respecto a la ausencia de negociación previa, manifestó: "Nos gusta que ese tipo de información se proporcione a los partidos que damos soporte al Gobierno".

En un artículo difundido ayer por la agencia OTR, la ministra dijo que "desde luego, lo que no se pretende es decretar una única manera de explicar y entender la Historia. Ni tampoco desconocer la pluralidad cultural y las características singulares de cada comunidad". También se mostró dispuesta, en sus declaraciones a TVE, a aceptar sugerencias: "Es un proyecto que está en fase de recepción de sugerencias, de dictámenes, de consultas, que es lo que hemos hecho al presentarlo ante la opinión pública y remitirlo oficialmente a las comunidades y al Consejo Escolar del Estado".

También salieron a la palestra el secretario general de Educación, Eugenio Nasarre, y el portavoz de Educación del PP, Juan Carlos Guerra Zunzunegui. Nasarre declaró a la cadena COPE: "Los nacionalismos han reaccionado con cierta suspicacia, pero cuando vayan estudiándolo a fondo, y estamos dispuestos a hacerlo minuciosamente, se darán cuenta de que no afecta a sus competencias". Guerra Zunzunegui pidió a CIU que rebaje el tono de sus críticas.